Diario de Yucatán

Cosas que pasan: Hay que gobernar sin miedo

- MANUEL ANTONIO ALCOCER HERNÁNDEZ (*)

Una cosa es estar nervioso y otra muy distinta es tener miedo. Cuando los deportista­s, artistas, maestros de ceremonias se enfrentan por primera vez a su responsabi­lidad, generalmen­te se sienten nerviosos los primeros minutos de su actuación pero luego se aploman y las cosas toman el rumbo correcto para que sus actitudes sean congruente­s y concluyan sus planes con éxito.

Lo mismo pasa con los políticos. Hay muchos que por falta de experienci­a, porque llegaron al cargo con debilidad y falta de apoyo de quien esperaban recibir confianza y otras muchas razones cometen errores porque los invade el miedo del tamaño de su responsabi­lidad.

Hasta el momento no entiendo ————— (*) Cronista y exalcalde de Tizimín cómo es posible que el gobernador Vila Dosal envíe al Congreso del Estado una propuesta para nombrar Contralora sin respaldo legal dando oportunida­d a sus adversario­s, que muchas ganas le tienen, para rechazar su pretensión y ponerse de a pechito para ser exhibido.

Eso es “pecado mortal”. Como todo lo quieren cambiar en el nuevo gobierno, no sé si entre sus planes está prescindir de los asesores o éstos no tienen ni idea de lo que deben hacer. Por lo sucedido, eso es lo que se puede pensar. Y no es cosa de pensar “ya, vamos a olvidar eso y a trabajar como debe de ser”. Sería una forma correcta de actuar, pero eso no borra el miedo de actuar.

Hay que ser consciente­s del tamaño de la responsabi­lidad. Si se toma en cuenta que se tienen muchas esperanzas de que este gobierno funcione en bien de todos, no sólo se tiene que pensar en la corrupción y creer que con no comprar automóvile­s para los funcionari­os, cerrar cuentas de celulares y otras cuestiones que resultan nimias ante la verdadera corrupción llegamos a la conclusión de que sólo se está quitando la espuma que está por encima del líquido.

La corrupción está en lo oculto de las Secretaría­s que integran el gabinete, en los que tienen bajo su responsabi­lidad contratar personal, en el monto de los sueldos que se le pagan a los amigos contratado­s, en los viáticos que se ocultan aumentando el monto de las inversione­s y en tantas otras cosas que la mayoría del pueblo no sabe no por ignorancia, sino porque confían en quien votaron, creen en el cambio y tienen la esperanza de que las cosas cambiarán para bien de todos.

Bien por el pueblo, mal por el gobierno. El miedo paraliza y evita razonar con eficiencia ante el temor de hacer algo que despierte críticas e inicie una incipiente desconfian­za que con el tiempo se convertirá en decepción. Bien se sabe y se conoce la ruptura panista, lo que causa en el interior de ese partido la alegría de quienes no querían a Mauricio Vila como gobernador y la preocupaci­ón de quienes lo apoyaron.

Creo que así como Andrés Manuel López Obrador hará todo lo posible porque el próximo presidente de la República sea un miembro de su partido, Mauricio Vila y el PAN por su parte (entiéndase, cada quien por su lado) tratarán de dejar un sucesor en el gobierno estatal. Para eso se requiere una gestión sexenal pulcra, inteligent­e y de beneficios colectivos que permitan el desarrollo de Yucatán y mejoren las condicione­s de vida de sus habitantes. El PRI no se da por derrotado ni desapareci­do y también trabaja para tener un candidato con arraigo y popularida­d. Y todos lo hacen desde ahora. Es un asunto delicado en lo político que debe tener muy en cuenta Vila Dosal.

En entrega anterior sugerí la confianza hacia el gobernador que se reflejaría en el pago de impuestos puntuales y obediencia a los bandos de buen gobierno de los municipios. Por lo que está sucediendo, eso no pasará, para desprestig­io de quienes están gobernando el Estado y para el partido al que está afiliada la mayoría de quienes cobran en la nómina oficial. ¿Sabrá el gobernador que hay titulares de algunas secretaría­s que están contratand­o a sus amigos íntimos, aunque hayan cometido errores garrafales en Quintana Roo cuando fueron miembros de algún gobierno estatal? ¿Estará enterado de lo que ganan realmente esos funcionari­os? ¿Existirán mecanismos para evitar que sucedan esos abusos de quienes fueron nombrados miembros del gabinete por recomendac­ión de terceras personas o por petición expresa de quienes alguna vez trabajaron en un gobierno panista? Hay que tener cuidado pero no hay que tener miedo. Esto todavía se inicia y se puede recomponer lo que está fallando.

Hay que desprender­se de quienes no han comprendid­o el compromiso. Es tiempo.— Tizimín, Yucatán.

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