Celebran su labor y formación
El AME, 22 años de servicio por la mujer y la vida
A finales de los años 80 Pilar Patrón Casares y su marido, entonces coordinadores de Paternidad Responsable, tuvieron la oportunidad de asistir a un congreso en Ciudad de México del que —dicen— regresaron “muy motivados”.
Uno de los frutos de esa experiencia fue la realización de un congreso en Mérida, donde anunciaron la propuesta de un equipo juvenil y la creación de un albergue para mujeres embarazadas que enfrentaban situaciones difíciles.
El proyecto del albergue prosperó y a los pocos meses fue inaugurado en una casa del fraccionamiento Brisas bajo el nombre de Asociación por el Derecho a la Vida, recuerda Pilar Patrón.
Ante un cambio
El lugar funcionó allí algunos años hasta que —por diversas situaciones— en 1996 no solo se tuvieron que cambiar al lugar que actualmente ocupan, sino que también adoptaron un nuevo nombre: Ayuda a la Mujer Embarazada (AME).
En esa nueva etapa la dirección recayó en Margarita Buenfil Guillermo.
Ayer, AME conmemoró su 22o. aniversario con una misa que ofició el padre Efraín Pérez Bojórquez, asesor espiritual de Paternidad Responsable y AME, en el Centro Comunitario Itzimná.
Durante la misa, se presentó a Luis Montañez Cantón como nuevo presidente del consejo, en sustitución de Margarita Buenfil. También se presentó a Silvia María Álvarez Cuevas, como vicepresidenta, y Christabel Osorno Cervera, directora general. La hermana María Luisa Cruz Aké, seguirá como directora del albergue.
Por su parte, la trabajadora social Alma Choza Meza, asistente de dirección, señala que a lo largo de 22 años AME ha atendido a más de 15,000 mujeres, de las cuales 1,900 han pasado por el albergue. Actualmente el lugar cuenta con 60 mujeres en atención y seis en el albergue con todo y sus hijos.
Y es que AME, que surgió como una necesidad para apoyar a las muchachas con dificultades por embarazos inesperados, trabaja a través de dos vertientes: el albergue con talleres y pláticas para adolescentes relacionadas con sexualidad y el proyecto de vida.
Entre los principales retos del lugar están el económico así como la difusión. “La falta de difusión hace que las chicas o la gente que necesita esta ayuda no llegue. Muchos no saben que existimos”.
Los servicios
Alma Choza señala que la asociación brinda apoyo antes, durante y después del embarazo. Además, brinda asesoría legal, psicológica, consulta médica y formación humana. También se ofrecen talleres de corte y confección, estilismo y cocina y repostería para las jóvenes.
“Lo que pretendemos es que ellas puedan sostenerse realmente y en su casa”.
Los talleres, avalados por la Secretaría de Salud Pública, son impartidos con el apoyo del Cecati 61 por lo que al finalizar se les entrega un certificado que acredita su formación.—