Ven “situación crítica” en Homún
La Iglesia pide que se proteja la red hídrica local
Asentar una megagranja de cerdos encima de la mayor cantidad de agua potable que existe en Yucatán es un acto irracional. Y no respetar la ley —que ordenó la suspensión inmediata de esos trabajos— sería una incorrección intolerable.
Tras señalar lo anterior, el presbítero Augusto Romero Sabido, coordinador de la Comisión de Pastoral Social de la Arquidiócesis, aclara que la Iglesia yucateca no se opone al desarrollo de esa actividad —de hecho, comenta, funcionan actualmente más de 300 granjas porcícolas en la entidad—, pero la zona de descarga hídrica de Homún
es la tercera en importancia de todo el país.
A su decir, esto da una idea del tamaño de la amenaza que representa dejar que opere allí un criadero de más de 50,000 cerdos, de lo importante que es defenderla.
“Si la cuenca hidrológica de Homún fue declarada zona protegida, ¿cómo es posible que se quiera poner encima una granja de cerdos?”, pregunta el sacerdote.
La Iglesia católica no está en contra de nadie, sino a favor de la razón, del medio ambiente. “Esa empresa se está instalando sobre la mayor reserva de agua dulce del Estado y esto es una situación crítica”.—
“La ley debe ser obedecida por todos. El proceso no ha terminado, hay una sentencia de suspensión, pero los miles de cerdos siguen allá”, lamenta el presbítero Augusto Romero Sabido en relación con el caso Homún.
No es nada más por mantener limpia el agua de allá. De esa zona viene una gran parte del agua que bebemos en la ciudad de Mérida, por lo que todos deberíamos estar interesados en su cuidado, continúa.
El coordinador de la Comisión de Pastoral Social de la Arquidiócesis se refiere al polémico caso de la granja porcícola durante una charla con reporteros, a propósito del I Foro del Cuidado del Agua en Yucatán que, como informamos en su oportunidad, se realizará este sábado 27 en la Universidad Marista.
“Desde siempre se ha pensado
que Yucatán es un estado muy pobre porque no hay minas de oro o de plata. Sin embargo, ahora empresas de muchas partes del mundo han puesto los ojos en nuestro estado porque descubrieron recientemente que hay mucha agua, agua que no veían porque está debajo del suelo”.
Lamentablemente, prosigue, la llegada de esas grandes empresas que requieren enormes cantidades de agua para su funcionamiento ha comenzado a provocar, entre muchos otros, un problema que hasta hace poco creíamos imposible que sucediera en Yucatán: la escasez del vital líquido en las poblaciones de los alrededores.
Urge tomar acciones en defensa del agua, advierte. “Es la megagranja de Homún, ciertamente, pero no sólo eso, es también la contaminación que provocan las fosas sépticas y el uso de agroquímicos, es la sobreexplotación...”.
Es una responsabilidad muy grande cuidar el mundo que vamos a heredar a los que vienen detrás, reflexiona el P. Romero Sabido. “Y es por eso que la Iglesia asume como suya esta misión”.—