No llegó el dinero
Explicación a los problemas en el Comité Pecuario
Directivo del Comité Pecuario responde a las acusaciones de malos manejos de recursos.
Los problemas laborales y financieros del Comité Estatal de Fomento y Protección Pecuaria de Yucatán (Cefppy), que estallaron a principios de año, se debieron a que el gobierno del Estado no entregó más de cinco millones de pesos a ese organismo, correspondientes a sus aportaciones de 2017, revela el presidente de su Consejo Directivo, Luis Cepeda Cruz.
“Desconozco por qué el gobierno anterior no dio ese dinero”, añade el también titular de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy). “Yo realicé las gestiones necesarias ante los secretarios de Desarrollo Rural de entonces, Juan José Canul Pérez y Pablo Castro Alcocer, pero los recursos no llegaron”.
(No solo el Cefppy sufrió el recorte inexplicable de sus recursos, aprobados en el Presupuesto de Egresos de 2018 del gobierno. El 26 de julio, Dolores Sánchez Escalante, directora del CRIT Yucatán, informó al Diario que la administración de Rolando Zapata Bello adeudaba 40 millones de pesos a ese centro, por las aportaciones de los primeros siete meses del año acordadas en un convenio).
Protestas
Como hemos informado, trabajadores del Comité denunciaron al dirigente ganadero por no cumplir con el compromiso que hizo en enero, ante notario público, de atender su petición de aumento salarial, a cambio de suspender el paro de labores que llevaban al cabo en varias casetas de inspección fitosanitaria.
Igualmente lo acusaron de manejar los recursos del Comité a su conveniencia, en combinación con algunos exdirectivos.
En entrevista con el Diario, Cepeda Cruz afirma que él y los demás miembros del Consejo Directivo no están autorizados para administrar los recursos financieros del Comité.
“Esa es una facultad exclusiva de los funcionarios”, indica. “Nosotros solo firmamos los cheques”.
El dirigente ganadero, que preside el Cefppy desde el año pasado, explica que ningún miembro del Consejo Directivo —son cinco representantes de ganaderos, avicultores, apicultores y porcicultores— recibe un sueldo por su trabajo: “Simplemente ayudamos y vigilamos que se apliquen las campañas fitosanitarias”.
Según Cepeda Cruz, las aportaciones oficiales al Comité “son de 27 a 28 millones de pesos, de los cuales el gobierno del Estado debe dar 13 millones, 537 mil, 710 pesos y la Federación, a través de la Sagarpa, $14 millones, aproximadamente”.
Los productores, por su parte, dan de cinco a seis millones de pesos al año.
No hay dinero
De las nueve casetas de inspección fitosanitaria, la Sagarpa se hace cargo de los gastos de dos; las siete restantes son responsabilidad del gobierno local, por lo que éste debe aportar los recursos para su operación por nueve millones 36 mil, 979 pesos al año.
Sin embargo, afirma Cepeda Cruz —mostrando copias del acta de entrega recepción levantadas en enero, cuando el gobierno destituyó al director del Comité, Edwin Novelo Ayuso, y nombró en su lugar a Jesús Conde Medina y que incluye los informes financieros de ese organismo—, de esos nueve millones de pesos que debía dar el gobierno, solo entregó tres millones, 537 mil, 710, faltando cinco millones, 499 mil, 269 pesos.
“Ante la falta de esos recursos, el Comité usó el presupuesto federal para sostener la operación de las demás casetas, pero ese dinero se gastó en octubre”, afirma Cepeda Cruz.
Como informamos, esto ocasionó el paro de labores de los trabajadores de las casetas y de otras áreas del Cefppy, en reclamación por el pago de salarios atrasados, aguinaldo y aumento de sus percepciones.
¿Qué hizo, como presidente del Comité, al ver que los trabajadores paraban labores y el gobierno debía más de cinco millones de pesos?
Hicimos las gestiones, primero ante Juan José Canul y luego con Castro Alcocer. Ellos se comprometieron a pagar ese dinero, pero no cumplieron.
¿Cómo responde a la acusación de los trabajadores de que a pesar de haberlo firmado ante notario, usted no cumplió con resolver sus demandas laborales?
Al ver que el gobierno del Estado no resolvía el problema, convencí a los trabajadores
de levantar su protesta y dejar de descuidar la verificación del tráfico de ganado. Efectivamente, yo firmé ese acuerdo que buscaba atender su petición de aumento salarial.
¿Pero usted ya sabía que no había dinero?
Por eso se fueron a huelga.
¿Por qué se comprometió si no había dinero?
Porque tenían cerradas todas las casetas y yo tenía la responsabilidad del funcionamiento del Comité.
Pero no habló con la verdad...
Yo firmé ese compromiso, no lo niego, pero siempre y cuando el gobierno diera los recursos (Continuará).—