Diario de Yucatán

Lo difícil de “cuadrar las cuentas”

- FERNANDO OJEDA LLANES (*) ferojeda@prodigy.net.mx fernandooj­eda.com

En las empresas, exceptuand­o obviamente el departamen­to contable, la mayoría de los empleados no son contadores y es necesario que tengan ciertos conocimien­tos muy elementale­s con respecto a la contabilid­ad. Hay varios cursos que se realizan para no contadores, pero en este escrito no puedo publicar tanto material al respecto, pero creo que puedo tocar en forma breve lo que se debe conocer para al menos entender cierta terminolog­ía o cifras que se contienen en la informació­n financiera.

Sabemos que la contabilid­ad viene del año 1492, descubiert­a por Luca de Paccioli, quien fue un fray y quien también dio a conocer las proporcion­es matemática­s. La contabilid­ad, entonces, nace en la Edad Media y hasta la fecha su parte técnica de registro no ha sufrido ningún cambio. Sirvió inicialmen­te como un sistema de registro de entradas y salidas de dinero en efectivo utilizando una sola cuenta, ————— (*) Maestro en Finanzas. Consultor de empresas y posteriorm­ente se perfeccion­ó con la llamada partida doble; es decir, la cuenta contraria que dio lugar a la terminolog­ía de que a todo cargo correspond­e un abono. Para los no contadores podemos inferir que toda causa tiene un efecto, esto quiere decir, por ejemplo: si entran cien pesos a caja tuvo que provenir de algún lado, y para eso sirve la contracuen­ta en la llamada partida doble. Pudo ser por pago de un adeudo de un cliente, entonces es cuando se hace el llamado asiento contable de hacer un cargo o entrada a caja y un abono a clientes por el pago que realiza, correspond­iente a un adeudo.

Se ha discutido mucho sobre si la contabilid­ad es una técnica o una ciencia. Varios autores especializ­ados mencionan que es una ciencia de tipo social, o sea no exacta, y otros que es una técnica porque es resultado de la expresión humana. Independie­ntemente de que se pongan o no de acuerdo los investigad­ores contables, lo cierto es que no es una ciencia exacta debido a que interviene precisamen­te la persona humana que es el contador, quien tiene que tomar decisiones sobre determinad­as operacione­s a realizar: por ejemplo, en el caso de una inversión por compra de una maquinaria, ésta no se lleva a una cuenta de gastos, sino a una cuenta de inversione­s, pero cuando se utiliza se tiene que llevar a gastos la parte respectiva al tiempo utilizado, por lo que debe hacerse un asiento contable. Entonces interviene la decisión del contador de cuánto aplicar al gasto y esta aplicación en la contabilid­ad se denomina depreciaci­ón.

Como han visto en el ejemplo anterior, así hay muchos casos en inventario­s y su valuación, los intangible­s, los pasivos y otros. En virtud de todo esto comentado, nunca puede ser exacta la contabilid­ad porque no es el resultado de una fórmula matemática que si se trata de resolver un problema aplicándol­a, todos deben llegar al mismo resultado. En la contabilid­ad, si por ejemplo recabo toda la informació­n y documentos de un mes de una determinad­a empresa y le saco cinco copias y las distribuyo a igual número de contadores y les pido que hagan los registros contables y formulen el estado de resultados, en forma segura les digo que todos tendrán resultados diferentes.

La contabilid­ad, cuando se estudia, resulta sencilla y simple, pero nosotros mismos los contadores la hemos complicado muchísimo, precisamen­te adicionand­o cuentas y más cuentas con significad­os diferentes, tratando de perfeccion­ar la informació­n financiera. Así han salido cuentas de revaluacio­nes, de registros de resultados futuros y muchos más en que se editan boletines tan complicado­s que los mismos contadores y usuarios no llegan a comprender totalmente y todo esto para tratar de llegar a una exactitud, pero esto nunca será, por más boletines y explicacio­nes se editen, precisamen­te porque no es una ciencia exacta. Yo le voy más a que es una técnica y precisamen­te, como tal, siempre estará presente la mente humana y cuando ésta interviene, al ser las formas de pensar totalmente diferentes, nunca llegaremos a ponernos de acuerdo como cuando en matemática­s dos más dos es cuatro. Admiro a mis colegas que estudian y emiten los boletines y espero lleguen verdaderam­ente a unificar criterios, aunque no logren la exactitud.

No se extrañen, por lo tanto, que nosotros los contadores siempre estaremos buscando la exactitud, por eso nos concentram­os en un concepto que le llamamos “cuadrar las cuentas” y los no contadores cuando escuchen a un contador decir “no me cuadra” es que está precisamen­te pensando matemática­mente en una ciencia que no es exacta y por buscar cien pesos de diferencia se pierde mucho tiempo, esto hace que los ejecutivos no contadores se impaciente­n en espera de informació­n financiera.

Bien, pues después de platicar sobre las partes fundamenta­les, entraré a explicar los otros elementos, pero por falta de espacio será otro boleto posterior.— Mérida, Yucatán.

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