“El buen fruto no se ve a corto plazo”
Al manifestar sus expectativas sobre los integrantes del gabinete estatal, el exgobernador Patricio Patrón Laviada afirmó que los frutos más importantes de un gobierno no se ven a corto plazo, sino luego de 15 ó 20 años, o más tiempo del deseado.
Los nombres más cuestionados son los que se quedan, pero al mismo tiempo son los mejor calificados en el anterior gobierno, agregó, en su participación en el foro del Diario sobre el nuevo gobierno.
En seguridad estamos bien —indicó el exfuncionario—, especialmente si nos comparamos con el resto de los estados, pero si nos comparamos con nosotros mismos, con lo que éramos hace 10 ó 15 años, pues hemos retrocedido bastante en este aspecto.
Preocupa esta sensación de que no hay problema mientras no haya balazos acá, mientras la gente esté contenta, sea como sea, señaló el también exalcalde.
La consejera María Elena Solís Flores dijo que, por supuesto, que es un acierto que el gobernador hubiera cumplido la cuota de mujeres, aunque espera que llegue el día en que eso sea algo normal.
¿Cuál es el reto ahora?, se pregunta y añade: La transparencia y la coordinación con la sociedad civil.
Otro hecho que destaca es la incorporación al gobierno del Estado de elementos que son del ayuntamiento meridano, como la comisión ciudadana que da seguimiento al presupuesto. Yo creo que en muchas dependencias se puede hacer lo mismo, como en las secretarías de Desarrollo Rural y de Economía, para mejorar las decisiones sobre a quién y cómo se dan los apoyos.
La consejera se pronuncia a favor de crear el servicio profesional de carrera o por lo menos poner las bases para algo así, porque cada seis años se pone a los cuates y a lo mejor hay personas que están haciendo un buen trabajo y no tienen por qué salir.
Es terrible que, habiendo tanto rezago en el campo, el primer acto de gobierno en menos de 15 días sea correr gente, manifestó. No dudo que haya nóminas infladas con gente que no debería estar, pero...
El profesor Carlos Rubén Calderón Cecilio dijo que le gustó el arranque del gobernador Vila Dosal con reuniones regionales en Ticul y Motul, con grupos de 33 alcaldes, de todos los partidos.
Yo creo que valdría la pena legislar para acabar de una vez por todas con el problema de los laudos, que ocho alcaldes se lo plantearon al gobernador, subrayó. El de Tixkokob señaló que apenas está empezando y su administración ya debe 60 millones de pesos por laudos a favor de exempleados municipales que denunciaron despido injustificado.
En contraparte, el profesor Calderón también propone darles un premio a los buenos alcaldes, a aquellos que terminan con sus cuentas transparentes y no hereden problemas a las autoridades que les sucedan en los cargos.
También se pronunció por revisar la ley y reformarla, para un mejor combate a la pobreza y a la desigualdad. Se gastan millones en programas de pisos de cemento, de baños, pero hay que ver si realmente lo que se invirtió corresponde a la calidad de lo que se entrega a los beneficiarios, señaló. En ocasiones se entregan “porquerías” como apoyos porque el 20% y hasta el 30% se queda atorado en el famoso diezmo entre los titulares de dependencias y los enlaces que contratan.
Otra gran expectativa —continuó— está relacionada con la reforma educativa, a la que de un manotazo se le quiere acabar. Lo primero que se tiene que hacer es ver qué elementos buenos tiene que se deban conservar. No es borrón y cuenta nueva en un tema en que se gastaron millones en toda la República.
Otro tema es que, “ahora que son tres”, cómo va a conducirse López Obrador con Huacho, quien pudiera pensar: Quiero ser gobernador seis años y voy a manejar y a orientar los recursos. “Pero no podemos olvidar que el PAN tiene la gubernatura, la capital del estado y otros municipios. Y tampoco podemos voltear y cerrar los ojos para no ver que el PRI tiene mayoría en el Congreso, tiene un senador que es el único que ganó por mayoría en la República y que tiene a otros dos senadores y a los diputados federales.
Entonces, finaliza, cada quien va a tirar a lazar aficionados para que lo apoyen en su proyecto de gobierno.—