Impacta su “Silencio”
Espectáculos
La directora Lorena Villarreal considera que el estreno de “Silencio” en Estados Unidos marca un gran paso en su carrera y demuestra el poder adquirido por las latinas en ese país.
LOS ÁNGELES (EFE).— Con el estreno —este viernes— en Estados Unidos de su película “Silencio”, que muestra la lucha desesperada de una madre por salvar a su hijo, la directora mexicana Lorena Villarreal siente que da un paso importante para ella y todas las mujeres.
“Ahora es el momento de mostrar de qué somos capaces”, afirma la realizadora, sobre la oportunidad que tienen las latinas en el cine de México y Estados Unidos, pero también en todos los ámbitos de la vida.
“Cualquier mujer que quiera dedicarse a ser actriz, astrónoma o médico, que piense que ella es capaz, que no hay que tener miedo, que nada nos debilite”.
En su opinión, en pleno movimiento feminista las mujeres tienen “menos miedo” a expresarse y paulatinamente se está produciendo un “gran cambio”.
Y ella, dice, forma parte de ese movimiento con un cine y una película, “Silencio”, que cumple con los índices internacionales de calidad gracias al trabajo meticuloso de un equipo muy diverso.
La cineasta, que vive en Los Ángeles, escribe, dirige y coproduce esta cinta que contrapone la fortaleza y decisión de una madre con los misterios y secretos que rodean una misteriosa área de México conocida como la Zona del Silencio, que está a la misma altura que el Triángulo de las Bermudas.
En esta área, donde “cualquier cosa puede suceder”, Ana (interpretada por Melina Matthews), una joven psiquiatra exitosa y madre soltera, sufre el secuestro de su hijo por quienes desean apoderarse de una piedra poderosa descubierta por el abuelo del niño, el doctor James White (John Noble).
Diversidad
“Al escoger el elenco nos topamos con la diversidad de culturas, de experiencias, de edades y hubo muy buena relación entre los actores, que venían unos de Europa, otros de Estados Unidos, otros de México”, explica sobre su segunda película.
En lugar de ser un obstáculo, esa diversidad de culturas y experiencias dio más fuerza a la historia, incluyendo el uso de dos idiomas. La cinta en sí también es un producto de los dos países, pues toda la filmación se realizó en México, pero la posproducción fue hecha en Estados Unidos. “Se trabajó mucho alrededor de cuidar la calidad en la producción, en la selección del equipo y los escenarios, todo se trató de cuidar al máximo”.