Acompaña los días de calor con un Sauvignon Blanc
Comenzando marzo, mes de la mujer, no hay nada mejor que homenajearla con ricas comidas y bebidas.
Los días comienzan a levantar la temperatura, a sentirse un poco más el calor en la Península y el clima se presta para beber unos buenos vinos con un tipo de comida muy especial.
Si bien en algunos días habrá algo de lluvia, el calor será, como siempre, el que mande en la Península. Para pasar un día de playa no hay nada mejor que un ceviche, ya sea de pescado o de mariscos; un vino blanco de tipo Sauvignon Blanc acompañará mejor el platillo, ya que le aportará el cítrico, el limón que necesita el guiso.
Además, es un buen acompañante del pescado al mojo de ajo o al ajillo, la pechuga a la plancha con verduras al vapor y la ensalada de lechuga, atún, surimi, frutas como naranja dulce y lima. El vino aportará acidez y frescura a la vez.
Cuando recomiendo solo la variedad de uva es porque le va, en este caso específico, cualquier tipo de Sauvignon Blanc; ya está más que comprobado y hechas las degustaciones de diferentes tipos de esta variedad de uva en diversas partes del mundo (México, Argentina, Chile, España, Francia) y casi todas coinciden en el punto de acidez ideal para la gastronomía mexicana.
Si su platillo a elegir es un corte de carne podemos decir que hay tres variedades de uva tinta que le van muy bien. Si el corte es marmoleado, es decir, tiene la grasa entremezclada con la carne, se requiere un vino tinto del tipo Malbec de Argentina, ya que el Malbec francés no le aportaría la textura y el maridaje que le corresponden. El vino de Argentina le va a aportar tanicidad, textura; será el compañero ideal a la hora de limpiar el paladar de los restos grasos del corte.
Si su elección son pizzas de carnes, como las que están de moda en algunos restaurantes que las ofrecen con carne al pastor, sugiero que un vino rosado, ya sea White Zinfandel o Grenache, que le aportarán un sabor suave pero con textura en boca.
Hay muchos que creen que el chocolate va muy bien con vinos espumosos. Yo difiero, excepto si, y solo si, el vino es de tipo demi sec o el chocolate es de tipo amargo.
La comida para maridar con vinos suaves es un tema de complementación, esto significa que los vinos suaves van con comidas suaves y los vinos más fuertes con comidas más elaboradas, condimentadas y complejas.
Los vinos rosados de tipo Provence van muy bien con una ensalada que tenga manzanas, peras y duraznos; esa acidez que le incorporamos, más una vinagreta o emulsión de mango con aceite de oliva y sal, será festín.
No se rinda a la hora de probar y elaborar platillos, la idea es que, por el método de error y acierto, encuentre el vino que le gusta y lo pueda compartir con la persona que más aprecia. Hasta la semana que viene ¡y salud!