Según un nuevo estudio saber más sobre los bostezos puede ayudar a controlar síntomas de síndromes como el de Tourette o la epilepsia.
Podría ser clave al tratar problemas de tics nerviosos
Descifrar cómo se activa el impulso incontrolable y contagioso del bostezo puede ayudar a curar enfermedades relacionadas con tics nerviosos como el síndrome de Tourette o la epilepsia, según un reciente descubrimiento de un grupo de científicos de la Universidad de Notthingham, en Reino Unido.
El contagio que todos hemos experimentado cuando vemos a alguien bostezar, es una forma de lo que se conoce como ecofenómeno.
La “BBC” informa en su sitio que durante la investigación los científicos de la universidad británica monitorizaron a 36 voluntarios que observaron a otras personas bostezar.
Lo que descubrieron es que la capacidad para resistir un bostezo es limitada, sobre todo cuando alguien que tenemos cerca abre la mandíbula de forma desmesurada. También pidieron a los participantes que intentasen evitar sus ganas de bostezar y esto, sólo aumentaba su deseo de hacerlo, es decir, su excitabilidad.
Luego del experimento, los científicos comprobaron que aumentando la excitabilidad se aumentaban los bostezos y, por el contrario, para reducirlos habría que disminuir el estímulo.
Curar las enfermedades relacionadas con este tipo de movimientos voluntarios consistirá en reducir los actos involuntarios e inevitables. Georgina Jackson, profesora de neuropsicología cognitiva aseguró que el estudio puede tener muchos más usos. “En el síndrome de Tourette, si podemos reducir la excitabilidad quizás podamos reducir los tics, y eso es en lo que estamos trabajando”, dijo.
“Si podemos entender cómo las alteraciones en la corteza primaria dan lugar a los desórdenes neuronales, es posible que podamos revertirlos”, manifestó el profesor Stephen Jackson, quien también participó en este trabajo.