Si se quiere, se puede
agrede por agredir y cada vez es más lastimoso para la sociedad, un presidente capaz de insultar sin ton ni son, como si fuera una forma de gobernar.
Cuando hablamos del federalismo fiscal mexicano, estamos hablando de la historia de México. Lo más reciente lo hemos comentado, como ejemplo las tres convenciones nacionales fiscales, y la Conveción Nacional Hacendaria de 2004. Fue un gran avance impulsado por el maestro David Ibarra Muñoz en los años ochenta. El maestro afortunadamente vive.
Ahora le tocó a la Iglesia Católica, frente a su reclamo y exigencia de una revisión de la estrategia de seguridad, en vista del río de sangre que corre por la República. También al amigo Carlos Alazraki, de lo que ya nos ocuparemos. Horrorizados por el homicidio de los dos jesuitas en Chihuahua, el Arzobispado de México, los rectores del sistema Jesuita y la Conferencia del Episcopado Mexicano, demandaron otras salidas, que la estupidez del “abrazos y no balazos”. La respuesta de su parte fue indignante: “No siguen el ejemplo del Papa Francisco, porque están muy apergollados por la oligarquía mexicana”. ¡Para lavarle la boca con jabón, como en la antigüedad, cuando un escuincle decía majaderías! Quizá no alcanzaría ni con toda el agua que se desperdicia, para limpiarle la lengua viperina, divisoria y enfermiza y ayudarle a lavar todos sus traumas.
¿Será tan inconsciente de creer que el Sumo Pontífice está de acuerdo con lo que sucede en este territorio o no lo escuchó cuando se refirió al homicidio de los dos sacerdotes? El colmo que intente utilizar al Vicario de Cristo para ofender a sus pastores, lo que, como católicos, por otra parte, nos agravia profundamente. ¿Hará favor de no meterse con el grueso de la población mexicana, que profesamos esa creencia? Es tan soberbio, que ni cuenta se da de la forma en la que se le puede revertir y así será.
El que, por una necedad impelida por su soberbia y su prepotencia, que se niega a ver la realidad, mueran diariamente la cantidad de mexicanos que lo hacen es materia para un juicio político sumario. Como sigue lidereando a millones de almas perdidas es imposible, pero la historia se encargará de poner en su lugar al individuo que dañó tanto a nuestro país.
En los últimos días la delincuencia no ha dado pausa, como ocurre desde que llegó al poder. Se vive a tal grado en la incertidumbre, que en Puebla, un par de tipejos que iban en motocicleta, disparó contra una fila de personas —sobre todo niños—, que iban a vacunarse contra el Covid. El saldo fue de cuatro heridos de bala y una chiquita acaba de ser intervenida y su estado es muy delicado, entre los otros niños heridos.
Si ya no se puede ni pararse en una fila —para lo que sea—, de qué demonios hablamos, en relación a la angustia y la intranquilidad de tener que salir a la calle, o que lo hagan nuestros cercanos.
Se vive en el temor, ante situaciones inéditas, propias de una guerra y la respuesta oficial es la parálisis y el silencio de quienes tendrían que salvaguardar y proteger la vida de las personas.
número de estados si podrían lograrlo si se aplica a cobrar con eficiencia y a gastar con transparencia. una tercera parte que sí podrían optimizar sus recursos.
El arreglo fiscal o pacto firmado a través de un convenio de adhesión en los noventa, sigue vigente y además del sistema de participaciones, se creó un Convenio de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal, que llegó a tener alrededor de 16 grupos de trabajo, unos coordinadores por Hacienda y el resto por los estados.
Hoy aún hay diferencias interestatales, en materia de ingresos, pero también es cierto que en la mayoría se dan omisiones respecto a los ingresos locales, y por tanto, dependen en más del 90 por ciento de las transferencias de la recaudación de origen federal.
Sin embargo, un buen número de estados si podrían lograrlo si se aplica a cobrar con eficiencia y a gastar con transparencia. una tercera parte que sí podrían optimizar sus recursos. Aunque la diferencia regional se ahondaría, contemos solo el número de las burocracias por estado. Las burocracias estatales son generalmente más grandes de lo que requieren: en el pasado cuando un gobernador salía, basificaba a los trabajadores eventuales, con toda la carga presupuestal que ello significaba para la nueva administración.
Lo fundamental, es cobrar lo que debes cobrar. Hay ejemplos exitosos en eso de cobrar, por ejemplo, Oaxaca se hizo una revolución al predial empezando por los funcionarios, contratistas, proveedores del gobierno, etcétera, sin gran tecnología, pero con sentido común, etcétera. Insisto la otra es el gasto