Bajo la máscara, un pintor
La Galería de Blue Demon
Jr tiene plasmada una frase que fue escrita de manera casual por el gladiador enmascarado: “Si luchas por lo que quieres tarde o temprano llegará… New champion of the world”. Junto a ella, un mural donde se muestra la imagen de la leyenda azul recibiendo a los cientos de visitantes diarios que gozan de admirar las obras de arte hechas por “El Manotas”.
Debajo de esa máscara azul metálico, esas grandes manos y una gruesa voz se esconde un pintor apasionado por el arte. Lo que comenzó como un hobby terminó por convertirse en un estilo de vida alterno al de los cuadriláteros. “Yo empecé a pintar con Bob Ross, un muralista de Canal Once, yo pintaba para quitarme el estrés, por ahí de 13, 14 años de edad”, comentó Demon en entrevista con el Diario de los Deportisas.
La idea de plasmar su amor por el deporte espectáculo en algo material fuera de los encordados hizo que paulatinamente se adentrara más en el mundo de la pintura, perfeccionar su técnica con los pinceles como lo hace en la lona.
“Quise mezclar el arte popular de la lucha libre con el arte plástico de la pintura y hacer la fusión. Qué mejor que juntar estas dos culturas, las pinturas de un servidor”, describió con emoción el gladiador.
De forma humilde, exhibe decenas de cuadros en el local de la calle Emilio Dondé, para deleite de sus seguidores, los cuales se quedan asombrados del trabajo hecho en
Yo todavía no me siento pintor aunque sí he visto mi evolución. Respeto mucho las artes plásticas y a todos los que se dedican a esto"
BLUE DEMON JR
LUCHADOR
cada uno de ellos.
“Yo todavía no me siento pintor aunque sí he visto mi evolución. Respeto mucho las artes plásticas y a todos los que se dedican a esto, lo hago con mucho respeto, como algo que maneja mi estrés, la creación. Creas cosas, tienes conceptos y los materializas en una pintura. No me siento un Picasso o un Diego Rivera”, apuntó mientras mostraba con gozo su trabajo a la lente del camarógrafo.
Detalló que, en cada una de sus obras, la gente se lleva un pedazo de su persona, ya que son elaboradas con cariño, además de que nunca repite una de ellas, siendo muy especiales.
“Las pinturas se entregan con certificados, no hay copias, lo que se vende es único. Lo que la gente se está llevando nunca va a ser una copia, hay gente que de los cuadros saca réplicas, pero en este caso no hay litografías, el cuadro es único”.
Tal como sucede en el ring, Blue Demon mantiene ojos y oídos abiertos en todo momento para nuevos consejos.
Su clave para avanzar pasito a pasito en toda disciplina es siempre buscar aprender, inclusive de los errores cometidos años atrás.
“No bosquejo, lo que va saliendo, se va quedando, estoy tratando de aprender nuevas técnicas. Sigo aprendiendo, aprendo de los jóvenes, de los viejos, a todo mundo, creo que sería tonto decir que ya lo sé todo, con la pintura sigo aprendiendo. De repente errores crean experimentos que funcionan como una técnica, nace algo por ahí, hay que buscarle, observar, a veces te da más de lo que querías textualizar”, comentó el gladiador.