PANDEMIA AGRAVA CONDICIONES ECONÓMICAS EN LATINOAMÉRICA
Expertos mencionan que será importante que México retome lo que otros países han realizado bien y genere estrategias desde la resiliencia para superar la crisis actual, pues prevén que no será la última en los próximos años
«El reto que enfrentamos ahora no es solo apuntalar y repensar las medidas de emergencia, sino reconstruir mientras estamos en una línea de afectación muy severa» Claudia Maldonado Catedrática UAM
En América Latina la pobreza venía reduciéndose en las últimas décadas, sin embargo, la pandemia agudizó el problema y se vio un crecimiento en los niveles de pobreza. Si bien esto último también se agudizó en México, en realidad en el país las cifras de pobreza ya venían en aumento decenas de años atrás. En nuestro país, además, se redujo la ocupación y producción laboral, recibiendo uno de los impactos más fuertes en la tasa de ocupación y desocupación, según afirmaron durante una conferencia denominada “Análisis de informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Caribe”, Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador del organismo, y Claudia Maldonado, de la Universidad Autónoma de México (UAM), Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP), a través del Facebook de esta organización civil, el experto ratificó que la pobreza y pobreza extrema podrían seguir aumentando durante este año para el país.
La situación latinoamericana
De acuerdo con el Informe de Cepal, en 2020 la pobreza aumentó un 3.9 por ciento respecto al 2018 y un 3.2 por ciento en referencia al 2019 en América Latina, donde los porcentajes se encontraban en 29.8 y 30.5, respectivamente, en ambos años mencionados. La pobreza extrema también vio aumento durante 2020, ya que a finales de este año se halló en 12.5 por ciento, 1.2 por ciento más que en 2019, y 2.1 por ciento más respecto al 2018. Claudia Maldonado, catedrática de la UAM, en su participación consideró importante apostar por la reconstrucción económica de la región desde la estrategia para paliar las desigualdades, “incorporar acciones afirmativas y compensatorias para acelerar la reducción de las desigualdades y promover el desarrollo sostenido”, al mismo tiempo que se consideren las debilidades y vulnerabilidades presentes en las características de la población.
Situación local y brechas
En México la situación es compartida con la región, donde además de los problemas ya mencionados, se resintió la brecha educativa y tecnológica entre sus habitantes durante el confinamiento y las clases a distancia, las deficiencias en el sistema de salud y el deterioro de los indicadores laborales.
Por mencionar algunos datos en México según lo medido por Cepal, hasta el 2018 solo el 30 por ciento de los estudiantes de 15 años tenía conexión a internet en el hogar, y solo el 51 por ciento tenía un teléfono celular con acceso a internet, cifras más bajas al resto de países de la región; exceptuando Panamá, en cuyo caso solo el 29 por ciento de los jóvenes de 15 años tenía internet en su casa. Estos datos dejan en claro las deficiencias que tuvieron los mexicanos al confrontar la pandemia desde el sistema educativo.
Contando deficiencias
En el aspecto de la salud no fue distinto, con un promedio de 24 personas en área médica por cada 10 mil habitantes. La Cepal señaló que México se halló junto a países como Jamaica, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y República Dominicana. Se encontraba caracterizado por tener menos camas y menos personal en relación con la demanda durante la contingencia. Los otros países de la región de las Américas se dividieron en países con más camas, menos personas; más personal, menos camas, y más camas, más personal, donde destacaron países como Cuba, Estados Unidos, Chile, Brasil, Argentina, en niveles similares a países como España, Italia y Estados Unidos. En el aspecto laboral, México mostró una tasa de desocupación interanual de 2019 al 2020 de -0.9 por ciento, es decir, estuvo en déficit. En palabras de Rogelio: “el país tuvo los impactos más fuertes en baja en la tasa de ocupación y de la tasa de participación”, mencionó, añadiendo que la tasa de desocupación no refleja el conjunto del desempleo claramente, pues en el caso de México la población disponible que desea trabajar también forma parte del desempleo. El Observatorio de Trabajo Digno en México suma a fines del 2020 un total de 11.5 millones de personas, lo que da un porcentaje del 17.7 por ciento del total de personas en edad económicamente activa.
Aumentar protección social
En cuanto a la protección social, Gómez Hermosillo observó que en México la población que tiene menos servicios es la que trabaja por cuenta propia, pues cerca del 98 por ciento no cotiza en ningún sistema de seguridad social y tampoco ahorra para el retiro. Además, México careció de un sistema de transferencias económicas y apoyos hacia la población durante la pandemia; asimismo, no se aumentaron sueldos ni apoyos ya establecidos, tampoco hubo diferencia a otros años en cuanto a la entrega de alimentos, medicamentos y otros bienes debido a la pandemia, declaró Gómez, comentando que, en este sentido, el país no invirtió en esos aspectos, pues no hubo ningún tipo de apoyo de emergencia y que, evidentemente, sí hacen la diferencia en los países donde sí se aplicaron.