Luchar en la dificultad
Jesús Ibarra Ramos
Incertidumbre, cambios repentinos de timón, reflexiones momentáneas y respuestas inesperadas son algunas eventualidades que enfrentarán los líderes del futuro en un mundo que cambia cada vez más rápido, con una sociedad sumamente demandante e hiperconectada. ¿Estamos preparados? ¿A dónde nos llevarán? ¿Sabemos lo que buscamos?
Esta nueva realidad nos obliga a aprender, a adaptarnos, a echar andar la imaginación sin establecer límites, a hacer uso de las nuevas innovaciones y lo más importante, establecer una visión a largo plazo basada en resultado específicos a corto plazo, para que con la suma de esfuerzos seamos competitivos y podamos conseguir lo que buscamos.
En la búsqueda de la transformación únicamente podremos lograrla con perfiles competentes, honestos, con fortalezas probadas, medidos y evaluados previamente, capaces de lidiar con las presiones y responsabilidades –sociales, económicas–, que sean los primeros en asumir sus errores sin temor a ser señalados y que continúen luchando cuando sus sueños del éxito se enfrenten con la realidad, ya que la lucha genera grandeza. Para ello, necesitamos salir de la zona de confort para llegar a la perfecta combinación del líder que buscamos, ya que ninguno es exactamente igual. Unos son visionarios, estratégicos que se centran en definir un camino a seguir –investigación y planeación– y otros que se dedican a dirigir e implementar – desempeño y ejecución–. Así lo describe Ben Horowitz –empresario, bloguero, inversor americano y escritor– en su libro: “Lo difícil de las cosas difíciles”.
Hoy que las circunstancias son adversas, bajo un panorama macroeconómico incierto, amenazados por la competencia y supeditados a la tecnología, se requieren personas –líderes, CEO´S, gobernantes– con la capacidad de tomar decisiones incomodas y sentirse cómodos, con una actitud aguerrida ante la vida y avanzar aunque implique cierto grado de inconformidad en otros. Hoy pensar en liderazgos que se desenvuelvan en zona de paz han quedado atrás, al menos por el momento. No olvides que construir y detonar un proyecto será una tarea muy difícil. Por cada paso que avances la presión aumentará, sentirás la soledad, los hábitos cambiaran y hasta modificaras la forma de vivir. No te rindas, piensa diferente, aprovecha el tiempo al máximo y a disfrutar la vida.