Los animales y el respeto a su hábitat
La población de animales en todo el mundo se desplomó en un 58 por ciento entre 1970 y 2012, y para el 2021 esta pérdida podría alcanzar un 67 por ciento, de acuerdo con un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), con sede en Chile.
El documento, con fecha de 2016 y considerado como uno de los más completos, agrega que esta lamentable situación es originada por la destrucción de hábitats silvestres, la sobreexplotación de las especies y la contaminación, así como la invasión de especies exóticas y el cambio climático. El anterior panorama viene a colación a propósito de los hallazgos de algunas especies que han causado asombro, como el caso más reciente del poblado de Tepuchito, en la sindicatura de Tepuche, donde el avistamiento de cocodrilos puso en alerta a los pobladores y a las autoridades municipales, que ya prohibieron el acceso a la zona del río que pasa por este lugar.
Pero no es el único caso, ni lo será. En el ejido El Bule, en Ahome, es común observar estos reptiles de gran tamaño, escurridizos, por cierto. En Mazatlán, en distintas áreas de la playa también se han observado. Lo que queda es que los seres humanos no interfieran en su andar y simplemente reubicarlos en donde no se ponga en peligro sus vidas ni la de las personas. Así de sencillo.