La Pascua
Estamos en la semana de Pascua, época en la que se celebra la resurrección de Jesús el Cristo, en nuestra religión católica, evento de gran significado y gran enseñanza para todos, ya que además de decirnos la grandeza de él, nos hace reflexionar sobre la posibilidad de que cada uno de nosotros podemos resucitar hacia una nueva vida, diferentes acciones, mayor espiritualidad, mayor bondad, mayor unidad con el prójimo. Los judíos festejan esta misma época recordando la fecha en que escaparon de Egipto y cruzaron el mar rojo, después de que sus aguas se abrieron para darles paso. Eso también fue un gran cambio, un resurgimiento, un nuevo nacimiento para la nación Hebrea, una resucitación. De hecho, dice el libro sagrado que la presencia de Jesús a Jerusalén se debió a que asistía a la celebración de la pascua judía. En los países Anglosajones, antes de Cristo, se celebraba la primavera como época de renacimiento de la vida, resucitación de la naturaleza, en la cual las plantas resurgían y daban flores, los animales salían de sus madrigueras, donde habían estado durante el invierno, para procrearse, y por ello honraban a la diosa Ishtar, que después llamaron Easter, a quien dedicaban el mes de abril. En Estados Unidos y otros países nombran Easter a la Pascua. En estos países, la pascua es sinónimo de fertilidad, y lo representan con el huevo, desde donde empieza toda vida, incluyendo dicen, el nacimiento del universo. Otro símbolo es el conejo, animal de gran fertilidad, quien en esta época deja huevos en todo el mundo. Es pues, la Pascua, tiempo de renacer, de renovar vida, resucitar nuestras buenas acciones, dar fertilidad a los sentimientos mas positivos que poseemos, dejar que el ejemplo de Jesús nos impregne, y que nuestro México escape hacia su paz.