DE VUELTA A LA NATURALEZA
Un final feliz tras una trágica ley
Dicen por ahí que la fe mueve montañas, yo creo que el altruismo y la generosidad mueven montañas y también, elefantes, y no aquellos elefantes blancos que están por todo el país, elefantes de carne y hueso.
Como para todos, hay días buenos y días malos, y esta semana fue especialmente buena para la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, que tengo el honor de presidir. Y es que, gracias al altruismo del activista Arturo Islas Allende y del empresario mexicano, radicado en Estados Unidos, Mr. Tempo, y al conocimiento y trabajo de los especialistas del Zoo Culiacán y de la asociación, Big Boy ya tiene una nueva vida digna y tranquila.
¿Quién es Big Boy? Es un elefante asiático de 40 años que pasó la mayor parte de su vida haciendo trucos en un circo de Jalisco, y hoy es un sobreviviente a la ley del Partido Verde que acabó con la vida de cientos de animales.
Y es que, para quiénes no leyeron mi columna anterior o para quienes no los sepan, en el 2015, la prohibición de los animales en los circos de México por una iniciativa del Partido Verde, dejó al 80 por ciento de ellos en la mortandad.
Ya pasaron casi seis años de la aprobación de la trágica ley, y lamentablemente la historia de Big Boy no es la única, aunque son pocos los animales que sobrevivieron a esta; tigres, leones y otras especies se mantienen en lugares reducidos sin las condiciones necesarias para garantizar su bienestar, pues los dueños no cuentan con los ingresos suficientes para brindarles el alimento, espacio y cuidados necesarios.
Pero pasemos a la parte fregona de esta historia. Este martes, 6 de abril, llegó Big Boy al Zoo Culiacán en donde le daremos un hogar temporal.
Tras un recorrido de 700 kilómetros, trayecto en el que en todo momento el elefante fue monitoreado y cuidado por nuestros expertos, arribó al Zoo, en donde le acondicionamos un albergue con todo lo necesario para que permanezca al menos una cuarentena y sea rehabilitado por veterinarios expertos en paquidermos.
Después de dicho periodo, Big Boy será trasladado a su nuevo hogar; Un santuario que se ubica a 20 kilómetros de la Ciudad de Culiacán, en la Comunidad de la Campana, a una altura de 100 metros sobre el nivel del mar. Altura y clima recomendable para el bienestar de esta especie.
La primera etapa del Santuario tendrá un área de 250 mil metros cuadrados, y el hábitat que se está diseñando sólo para Big Boy tendrá una extensión de 25 mil metros.
El santuario, que estimamos esté totalmente listo en el 2023, está rodeado de cerros para que Big Boy y todos los animales vivan tranquilos alejados del ruido y de la urbanización. Es importante compartirles que este maravilloso lugar no estará abierto al público, no habrá visitantes, será exclusivo para animales en condición de maltrato, abandono o decomisados del tráfico de especies.
Los que verdaderamente nos dedicamos a la conservación de vida silvestre agradecemos la preocupación y atención a estos temas por parte de activistas y empresarios, pues los diferentes niveles de Gobierno los han dejado en el abandono. Pero con altruismo, generosidad y trabajo en equipo de la sociedad civil, podemos salvar animales y mover muchas cosas.
Hoy más que nunca tenemos que entender que el rescate de la vida silvestre es el rescate de nuestra propia vida.