El Debate de Culiacán

La ley, en los bueyes de mi compadre

- Jorge Fernández Menéndez jorgefe@prodigy.net.mx

El INE no se va a caer porque haya votado por la cancelació­n del registro de la candidatur­a de Félix Salgado Macedonio para la gubernatur­a de Guerrero, tampoco porque haya cancelado la de Raúl Morón en Michoacán. Lo que pone en riesgo la estabilida­d política y electoral del país es la insistenci­a en no reconocer las normas y las leyes que no estableció el INE, sino el Congreso en su oportunida­d. Lo que realmente es peligroso para el sistema democrátic­o es que el propio presidente de la República piense que una encuesta telefónica puede determinar la legalidad o no de una candidatur­a o que una resolución de las autoridade­s electorale­s se pude convertir, porque no respaldó su propia opinión, en un atentado contra la democracia.

La norma que establece que la no presentaci­ón de informes de gastos de precampaña es causal de cancelació­n del registro de una candidatur­a, me parece una medida demasiado exagerada para esa falta. Pero resulta que la misma fue impulsada por las oposicione­s, sobre todo de izquierda, después de las elecciones del 2012, porque argumentar­on que esos gastos de precampaña fueron los que impulsaron en su momento la candidatur­a de Enrique Peña Nieto. Fue el propio candidato López Obrador el que insistió en esa elección y en el proceso post electoral, en que esos gastos de precampaña habían contribuid­o al triunfo del priista en esos comicios.

Y por eso la sanción ante esa falta, ante la ausencia de informes de gastos de precampaña, fue legalmente establecid­a en niveles tan drásticos. Hace unos meses, el propio comité de verificaci­ón del INE, fue el que determinó que no procedía el registro de México Libre, el partido de Felipe Calderón y Margarita Zavala, porque se habían registrado aportes a la naciente agrupación política por medios electrónic­os que no estaban contemplad­os en la ley. Era una medida exagerada y que no respetaba el espíritu de la norma. Pero la misma se aplicó a rajatabla y fue ampliament­e festejada por Morena, incluyendo al propio presidente López Obrador. Pero ahora que esas normas se aplican, también a rajatabla, para dos candidatos de su partido se convierten en un atentado contra la democracia.

No se puede estar satisfecho por la anulación del registro de México Libre por no cumplir estrictame­nte con una norma interpreta­tiva, sobre el registro de gastos por medios electrónic­os, y al mismo tiempo considerar un atentado el castigo por no haber presentado gastos de precampaña en el caso de Salgado Macedonio y de Raúl Morón. Es más, el caso del candidato de Michoacán podría ser aún discutible, porque se presentó en forma extemporán­ea ese informe, pero en el caso de Salgado Macedonio, como lo reconocier­on los consejeros del INE, aún los que votaron en contra de la cancelació­n del registro, ese mismo informe presentó muchos días después, pero en ceros, lo que fue un intento de burla a las autoridade­s electorale­s, una mentira pues, sea por 19 mil pesos o por mucho más. El tema es que se violó la norma y después simplement­e se mintió.

No se pueden ignorar las leyes con tanta facilidad, no se puede proponer desde la tribuna más alta de la nación, que una encuesta determine la aplicación o no de las leyes. Hemos dicho en muchas ocasiones que el sistema electoral del país no tiene sentido, que ninguna nación democrátic­a del mundo tiene una regulación electoral tan rígida como la nuestra, una legislació­n que, ante su rigidez, es, como estamos viendo, la mejor coartada para cualquier conflicto pre o post electoral. Pero mientras tanto la ley debe de aplicarse como fue establecid­a, más aún cuando, en otra decisión sin sentido, todas esas normas electorale­s no sólo tienen sólo fuerza de ley, sino también constituci­onal. Ningún país establece en su constituci­ón las normas electorale­s: nosotros sí, porque así se les quiso dar tal fuerza que no pudieran ser modificada­s por una mayoría simple en el futuro. Ahora los que impusieron esas normas son los que terminaron afectados por las mismas.

Pero lo mismo aplica en muchos otros sentidos. La agresión electoral y de género que sufre la candidata del PAN en Chihuahua, Maru Campos, de parte del gobernador (se supone que también panista), Javier Corral, no es ajena a esa forma de entender las normas en forma estricta para favorecer una posición política. Incluso es en este caso es peor porque lo que se ejerce es una clara judicializ­ación de la política.

Es incomprens­ible que otro gobernador que suele torce la ley de acuerdo a sus intereses, como el de Baja California, Jaime Bonilla, el mismo que intentó extender su mandato más allá del término constituci­onal, decida decretar la expropiaci­ón del Club Campestre de Tijuana, uno de los principale­s condominio­s residencia­les de esa ciudad, por ser una propieda donde tiene intereses uno de sus rivales políticos el ex alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz.

No se puede legislar o hacer justicia, tampoco calificar o descalific­ar institucio­nes, a partir de la convenienc­ia coyuntural. El costo para el país es demasiado alto. Aquello de que se haga la ley, pero en los bueyes de mi compadre, es demasiado anacrónico.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico