No se deje engañar
Hay quienes dicen que el fin justifica los medios. Esto, llevado al terreno de las campañas electorales, podría ser una explicación para ver toda la cantidad de lodo que se empiezan a tirar, cada vez con más fuerza, algunos de los que pretenden obtener puestos de elección. Hay que decir que este no es solo un fenómeno de Sinaloa, ni siquiera del país.
Es en las campañas electorales cuando los personajes que suben a las contiendas, se ponen bajo el escrutinio de los ciudadanos. Y es excelente que los votantes tengan toda la información realmente importante de los aspirantes, y que con ello puedan meditar si son o no personajes dignos de ostentar el poder público.
Sin embargo, parece que muchos candidatos y partidos están tratando de cimentar sus campañas en los pedazos que logran arrancar del prestigio o buen nombre del rival, dejando de lado lo que pudiesen tener a su favor, como su experiencia en lo político, académico y hasta en el ámbito profesional.
El manual de campaña política en Sinaloa parece tener como punto central la descalificación del otro. Pierden el tiempo los candidatos para darse a conocer y llegar a la gente con propuestas, tocar los temas que al elector le interesan, por dedicarle tiempo al descrédito del que está enfrente.
Si siguen así, sobre todo por medio de las redes sociales, la guerra de lodo entre unos y otros los terminará por cubrir a todos y el elector llegará al día de la votación como comúnmente pasa, saturado de información negativa - que además es la que se “viraliza” con mayor fuerza - pero con pocos datos para tomar una decisión razonada. Queda mucha campaña por delante y más “guerra sucia” por soportar.