Optimismo y acusaciones
CONTRASTE. Empezó a agarrar color y subir de tono las acusaciones entre los contendientes a la gubernatura. Particularmente, Rubén Rocha Moya señaló al gobernador Quirino Ordaz Coppel de estar al frente de la campaña de Mario Zamora, afirmando que el gabinete en pleno está operando para el candidato del PRI-PAN-PRD; además, señaló que la mafia del poder y los grandes empresarios (en alusión directa a Enrique Coppel y a Heriberto Félix Guerra, que recientemente se pronunciaron a favor de Mario Zamora) están atrás de las campañas negras en su contra. A la fecha, Zamora no ha contestado, ni tampoco el gobernador. Lo que sí es real, es que en días pasados quedó al descubierto que algunos funcionarios del Gobierno estatal están usando sus espacios de poder en el Estado para promover a Mario Zamora, toda vez que desde la Secretaría de Innovación se envió un boletín de campaña del candidato del PRI-PAN-PRD, lo cual constituye un delito electoral, que no sabemos si fue denunciado por Morena.
Lo que también se dice, es que algunos programas de bienestar del Gobierno federal y ciertos funcionarios utilizan también recursos públicos para promover a ciertos candidatos de Morena, y que el PAS, al igual que siempre, está usando a personal, recursos e infraestructura de la UAS para hacer campaña política. ¿Será?
OPTIMISMO. En su reciente visita a Sinaloa, Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, expresó con optimismo que no habrá una elección cerrada en Sinaloa, sino que Morena ganará de 2 a 1 en la entidad, toda vez que diferentes encuestas dan ventaja a Rubén Rocha sobre su contendiente más cercano, que es Mario Zamora.
Es verdad que la mayoría de encuestas dan ventaja a Morena en la contienda por la gubernatura, y en algunas alcaldías y distritos electorales, por ello precisamente surge la duda de: ¿para qué realizar alianzas con personas con historial de corrupción y un partido como el PAS, cuyo control corporativo y uso de los recursos de la UAS contradice los propósitos de transformar la vida pública y el quehacer político en la entidad? Si están tan seguros de que van a ganar en Morena, ¿qué necesidad había de desfigurarse aliándose con políticos corruptos que representan los excesos y vicios de Gobiernos del pasado?
Si la elección en Sinaloa “es pan comido” para Morena, ¿por qué tuvieron que abrir la puerta a oportunistas, chapulines de la política, priistas, panistas y pasistas? Aquí no hay más que dos respuestas: realmente no están tan seguros de ganar, o el oportunismo, pragmatismo y las incongruencias son parte también del credo de los dirigentes de Morena, que asumen y naturalizan el oportunismo político al interior de Morena. ¿O no? Mario Delgado, en el poco tiempo que lleva al frente de la dirigencia nacional de Morena, ha sido duramente cuestionado por militantes de Morena. Lo acusan de ser un traidor, de vender las candidaturas y entregarlas a caciques del PRI y del PAN y a oportunistas.
Al menos en Sinaloa, al igual que Chiapas, Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Nuevo León, San Luis Potosí, entre otras entidades, ha quedado a la vista que el pragmatismo y el oportunismo se premia con cargos por el dirigente de Morena, y que privilegia el apoyo a priistas y oportunistas, por encima de la trayectoria de izquierda y honestidad de algunos de sus simpatizantes.
Aparte de que abiertamente se violó la convocatoria en Morena para elegir a sus candidatos, porque no hicieron encuestas; y a algunos candidatos sin registro los encumbraron y favorecieron. ¿Será?