LA GLORIETA
Sin rastro. Es por demás preocupante el dato que arroja la propia Fiscalía General de Justicia del Estado de Sinaloa: alrededor de 300 personas privadas de su libertad, en lo que se conoce como “levantones” de enero a lo que va de abril. Es decir, casi 90 desaparecidos de los que poco o nada se sabe en cuanto a su destino. No se puede dejar de lado que muchos casos no se denuncian por temor a represalias y, obviamente, esos no se contabilizan, así que la cifra puede ser mucho más grande. Triste, también, es saber que los familiares de los afectados no han encontrado eco a sus llamados de atención y, como relatan, en esta dependencia solo les dan un número telefónico para interponer la denuncia correspondiente, pero del otro lado del aparato difícilmente responden. De hecho, ni siquiera han colaborado en la difusión de fotografías y datos de contacto para allegarse de información que conduzca con el paradero de sus seres queridos y ellos, por su cuenta, lo han tenido que hacer, con el riesgo de ser víctimas de un delito consecuente que ya se ha arraigado en estos casos: la extorsión telefónica y, además, información errónea que les generan falsas esperanzas.
Brecha. Sin duda alguna, la educación en México y en el mundo se vio trastocada con la pandemia ocasionada, a su vez, por la covid-19. Como se sabe, se tuvo que migrar a las clases virtuales, trámites digitales y cualquier asunto relacionado con este tema, debía ser a distancia. Muchos estudiantes y padres de familia “sufrieron” en esta adaptación, pero los que de plano quedaron desamparados con dicha modalidad de educación fueron las niñas y niños indígenas y los menores migrantes hijos de jornaleros que, en los campos agrícolas de Sinaloa se contabilizan en miles. Si para ellos, acudir a una aula a capacitarse, en condiciones normales, era complicado, lamentablemente la nueva normalidad acabó por enterrar el futuro académico de esta población vulnerable. Basándose en estadísticas, Mexicanos Primero Sinaloa, a cargo de Gustavo Rojas Ayala, hizo un señalamiento pertinente en ese sentido: los cierres de escuelas, por la pandemia, provocaron que se ampliara aún más la brecha de desigualdad, exclusión, marginación y vulnerabilidad de las niñas y niños indígenas, así como de menores migrantes, en la educación de Sinaloa. Establece el organismo que solo un 84.8 por ciento de los niños en hogares con menores recursos habían seguido sus clases a distancia, lo que contrasta con el 90.7 por ciento de las familias de mediano ingreso y 95.1 por ciento en los de alto ingreso. Además -y este es un dato alarmante, también-, tan solo en el trimestre mayo-julio del 2020, los niveles de seguridad alimentaria disminuyeron del 27.8 por ciento al 21.1 por ciento. Lo que se correlaciona con una pérdida de 30 por ciento en los ingresos familiares en cuatro de cada diez familias con niñas, niños y jóvenes. Entonces, la apuesta es a que los gobernantes actuales y, desde luego, los que hoy buscan un puesto de elección popular, volteen a ver estas cifras, y no se desgasten en señalamientos y acusaciones mutuas, que nada abonan a su credibilidad ante el electorado. Ya dijo
Rojas Ayala que buscará un acercamiento con ellos.
Desespero. La actual sequía, que mantiene sumidos a 14 de los 18 municipios de Sinaloa, tiene en jaque a los productores de maíz de Navolato. Desde la declaratoria de emergencia por este fenómeno, la Comisión Nacional del Agua había propuesto colaborar con los módulos de riego de la entidad en cuanto a la administración del agua de riego para los cultivos, pero tal parece que esta intención ha quedado en solo eso. De hecho no se conoce a ciencia cierta en qué consiste dicha ayuda y, por lo pronto, los maiceros ya pusieron el “grito en el cielo” para que intervenga dicha paraestatal. Son varias, muchas hectáreas aún sin contabilizar, las que muestran los efectos adversos de la falta del vital líquido, incluso, los afectados, en su desespero, piden la colaboración de la Guardia Nacional para que participe en el suministro equitativo de agua a los lugares afectados, como en los ejidos La Bandera, El Campito, Cosalá y Bariometo. Por lo pronto, los maiceros convocan hoy a una manifestación en Bariometo.