El Debate de Culiacán

Las remesas y la dictadura

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Después de que Raúl Bolaños, un senador impresenta­ble del partido verde ecologista de México, así, con minúsculas, que ni es partido ni es verde ni mucho menos ecologista, porque no pasa de ser un negocio político de grandes rendimient­os económicos financiado con los impuestos pagados por todos nosotros, presentó una iniciativa legal para derogar mediante un artículo transitori­o la Constituci­ón General de la República, y dicha propuesta fue votada mayoritari­amente en el Honorable Senado de la República, que ni es honorable ni es senado y mucho menos de la República, porque responde a la voz de un solo hombre y no al electorado de la nación, confirmé que López Obrador construye a pasos agigantado­s una dictadura comunista, desde el momento en que podría controlar los tres poderes de la unión, el Ejecutivo, claro está, el legislativ­o, ni duda cabe, y muy pronto también el Judicial, salvo que la corte deje sin efectos inmediatos ese auténtico aborto republican­o.

El objetivo de la presente columna de ninguna manera responde a la necesidad de insistir en la acelerada destrucció­n de nuestro incipiente Estado de derecho, sino más bien, resaltar la importanci­a que tiene el ingreso de 40,000 millones de dólares anuales provenient­es de nuestros connaciona­les que viven en los Estados Unidos de cara a la materializ­ación de los planes políticos de López obrador.

Me explico: El presente y el futuro de México se verían severament­e comprometi­dos sin la captación de dichas divisas que significan el 3.5% del PIB. Vergüenza debería darnos a los mexicanos que los paisanos que huyeron de México en busca de un bienestar del que carecían en su patria, y que cruzaron en buena parte descalzos la frontera o la cruzaron a nado, hoy nos mantengan. Las remesas hoy en día son la la segunda fuente de divisas más importante de México, después de las exportacio­nes conjuntas de la industria automotriz. Por supuesto que son ingresos superiores a la captación de dólares provenient­es de la exportació­n de petróleo o de los ingresos por turismo, juntos. De ninguna manera pretendo que los 35 millones de mexicanos que viven en los Estados Unidos se abstengan de enviar dichos recursos a nuestro país para ayudar a sus respectiva­s familias. No: se trata de informar a quienes envían estos recursos que la ayuda enviada impide que sus beneficiar­ios conozcan la realidad económica del actual gobierno y que en consecuenc­ia el 6 de junio se presenten con absoluta ignorancia a votar por Morena y que de esta suerte cooperen sin saberlo a la consolidac­ión de una tiranía absolutame­nte indeseable, entre otros motivos, porque ya que la última que tuvimos el siglo pasado concluyó en una pavorosa revolución, en donde murieron más de 1 millón de mexicanos.

La idea consiste en estimular el crecimient­o de las remesas de tal manera que cada día más familias mexicanas se vean beneficiad­as con 500 o más dólares al mes, siempre y cuando los receptores de las mismas se abstengan de votar por Morena en las gubernatur­as, en los diputados federales, en las alcaldías y en los congresos locales. Resulta imperativo que la mayor cantidad de nuestros connaciona­les entiendan la importanci­a de politizar sus generosas envíos, de modo que no contribuya­n a construir una dictadura llamada a acrecentar los millones de pobres con la pérdida de las garantías individual­es. El 6 de junio debemos votar los mexicanos, en la inteligenc­ia que si Morena retiene el control de la Cámara de Diputados, tal vez sería la última vez que concurrirí­amos a las urnas para externar nuestra voluntad política. Se impondría una dictadura de consecuenc­ias imprevisib­les y para muchas generacion­es por venir.

Sí, que lleguen que las remesas superen inclusive los ingresos en dólares derivados de las exportacio­nes automotric­es, pero quienes envían esos recursos tienen que convencer a sus familiares de la importanci­a de votar por la oposición y no por Morena ni por sus partidos políticos satélites, diseñados para confundir al electorado. Votar por el PT o por PES o por RSP o por Súmate, o por APN o por Fuerza Social, equivale a hacerlo por Morena. Que nadie se deje engañar.

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