VIOLENTO ROBO A UN CAJERO AUTOMÁTICO
Los perpetradores amarraron a los vigilantes del Hospital Psiquiátrico de Culiacán y, con un soplete, abrieron el dispensador de dinero, sin especificarse cuánto se llevaron
Un grupo de hombres armados cometió un robo ayer en la madrugada al desmantelar y dejar vacío el cajero automático que se ubica dentro del hospital
Psiquiátrico de Culiacán. Lo más sorprendente es que los responsables tuvieron todo el tiempo que quisieron para cometer el atraco, ya que mediante el uso de sus armas lograron neutralizar y amarrar a los vigilantes que se encontraban en las instalaciones.
El robo
De acuerdo con la información extraoficial que se pudo obtener, los sujetos llegaron al hospital que se ubica sobre el bulevar Lola Beltrán casi esquina con el bulevar Norma Corona del sector Rincón del Humaya y se posicionaron en el estacionamiento. Posteriormente se acercaron a uno de los accesos donde sacaron sus armas de fuego y lograron someter a los vigilantes que, después, fueron amarrados.
Los delincuentes ya con el lugar bajo su control, se dirigieron al cajero que se encuentra junto a la entrada principal y con un soplete que llevaban consigo empezaron las maniobras.
Pasaron algunos minutos y los hombres pudieron hacer una abertura en el dispositivo y después sacaron las cajas que contenían los billetes de diferentes denominaciones y teniendo el botín en sus manos salieron y escaparon.
Avisan al 9-1-1
Cuando los vigilantes pudieron liberarse de sus ataduras lo primero que hicieron fue llamar rápidamente al número de emergencias.
A la unidad médica llegaron policías municipales que patrullaban el sector y al arribar aseguraron el sitio y notificaron que el reporte era verídico.
Agentes de investigación de la Fiscalía General de Justicia también se presentaron para hacer las diligencias correspondientes y saber la cantidad total del dinero que fue sustraído.
Asimismo se entrevistaron con los afectados para tener los rasgos físicos y características de los asaltantes.
El cajero quedó violentado y fue rodeado de sillas de la sala de espera para hacer saber al personal médico y a quienes estaban en las instalaciones que estaba fuera de servicio.