LA MIGRACIÓN `ORDENADA', UNA SEMÁNTICA TRAMPOSA
De acuerdo con investigador de la Ibero, lo que más destaca en la actualidad es la represión y contención fronteriza, en donde el control de las fronteras está por encima de cualquier objetivo de orden humanitario o de buenas prácticas
Afinales del mes de marzo de este año, funcionarios de la Administración de Joe Biden, entre ellos Roberta Jacobson, coordinadora del actual gobierno estadounidense para asuntos de la frontera sur, mantuvieron una reunión con representantes del Gobierno mexicano.
De acuerdo con algunas notas informativas, su objetivo era discutir mecanismos que promuevan una migración ordenada, segura y regular en la región, además de explorar mecanismos de protección, en especial para migrantes menores de edad, y sobre la gran coincidencia entre ambos países en la idea de impulsar mecanismos de cooperación internacional para el desarrollo del norte de Centroamérica.
Sin embargo, para Javier Urbano Reyes, profesor-investigador del Departamento de Estudios Internacionales y académico de la Maestría en Estudios sobre Migración de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, lo que se puede observar es una lectura disfuncional de la realidad de la movilidad migratoria, es decir, no hay comprensión de la movilidad migratoria.
Afirmación que el académico sostiene, ya que destacó que la migración ‘ordenada’ pertenece a una semántica bastante tramposa, porque en ella pueden caber todo tipo de intencionalidades, señaló en entrevista con EL DEBATE.
Aunque en la realidad, lo que más destaca en la actualidad es la relativa a la represión y contención fronteriza, en donde el control de fronteras está por encima de cualquier objetivo de orden humanitario o de buenas prácticas. Hasta el momento, el tema del ‘orden’ sigue siendo igual en su instrumentalización al que aplicó Trump para su frontera sur, afirmó.
Biden y la renovación
El investigador resaltó que previo a la llegada de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos, se advirtió que habría una renovación en la dinámica de la movilidad migratoria en comparación con la que había con Donald Trump, cuando él era el presidente. Idea basada en las declaraciones de ambos políticos en la campaña presidencial.
Situación que se reafirmó con las primeras acciones en materia migratoria de la gestión de Joe Biden, como la promesa de una eventual reforma migratoria, el reforzamiento de los trabajos para la integración plena de los dreamers, la cancelación del proyecto del muro de Trump y cambios en materia de refugio. Declaración de intenciones que no pasó desapercibida para cientos de miles de
migrantes centroamericanos, a quienes solo les bastaba simplemente una señal, una nueva narración relativa al significado que ellos tenían para Estados Unidos. Y de esos significados está repleta la nueva propuesta del actual inquilino de la Casa Blanca, destacó.
“Efecto llamada dan en nombrar a esta nueva oleada de personas atrapadas en una dinámica de violencia, inestabilidad, degradación del medio ambiente y pobreza generalizada. Y permanentes promesas de una cooperación internacional que nunca llega o que arriba a destiempo, para mayor frustración de las ilusiones de progreso de esta castigada región”, aseguró.
u Contención y represión
Javier Urbano Reyes mencionó también que la migración segura es sincrónica a la flexibilización de las fronteras, ya que si se establecen medidas de contención y represión aumentará el beneficio para los traficantes de personas.
A más dificultad más caro será el “servicio” del crimen organizado, con todos los costos humanos que esto supone. Por ello, control, en el sentido que opera hoy, va en contra de una migración segura; a menos que se aborde el diseño de acuerdos de movilidad migratoria temporal de corte binacional, que reduzca la presión de la migración no regulada. Otro punto que resaltó el investigador es que se debe recuperar la migración pendular, cuya consecuencia en un mediano y largo plazo sería restar ingresos al crimen organizado que trafica a estas personas.
Para el caso de los niños y niñas migrantes menores de edad, el primer paso es ‘no buscar afuera’ las soluciones, sino reconocer las graves fallas en la política interna.
“Estados Unidos cometió durante la administración Trump literales secuestros de niños, que hasta el momento no ha sabido resolver y que atentan claramente contra las normas internacionales de protección a la infancia”, mencionó.
u Fuerte inversión
Desde gobiernos anteriores y, durante el actual, en México se han lanzado iniciativas cuyo supuesto objetivo es promover el desarrollo de la región como medio y fin de la reducción de la movilidad migratoria.
La expresión es impecable, pero la concepción es errónea. Pensar en la cooperación como estrategia de desarrollo para Centroamérica pasa por entender a la propia cooperación como un complemento a las políticas públicas internas de la región, no como sustitución de estas; pensar en la cooperación es reconocer que se trata de atender procesos sociales, recuperar tejido comunitario roto; reconducir la economía, revertir la dinámica de empobrecimiento, entre otras muchas cosas.
Y para ello no hay plazos medios dijo a EL DEBATE, sino muy largos plazos, afirmó Javier Urbano Reyes, profesorinvestigador del Departamento de Estudios Internacionales y académico de la Maestría en Estudios sobre Migración de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Desde la óptica del investigador, se requiere que México y Estados Unidos, entre otros actores, estén en disposición a aceptar que se requiere un compromiso de cuatro mil millones de dólares cada año, durante las próximas tres o cuatro administraciones, esto es, más allá de los actuales gobiernos.
“Cierto, otros rentabilizarán en dos o tres décadas los esfuerzos actuales, si es que hay un real interés en apoyar al desarrollo de la región, es decir, no habrá votos, ni prestigio mundial ni fotos en los medios globales. Lo que sí habrá es un proceso que evitará muertos, secuestrados, mutilados o desaparecidos; lo que corresponde a los esfuerzos de verdaderos estadistas. Los próximos meses darán cuenta de la estatura política de los actuales mandatarios de Estados Unidos y México en materia de política migratoria”, mencionó el académico.
«Permanentes promesas de una cooperación internacional que nunca llega o que arriba a destiempo, para mayor frustración de las ilusiones de progreso de esta castigada región» Javier Urbano Reyes Investigador de la Universidad Iberoamericana
« «Se requiere de México y de Estados Unidos, entre otros actores, estén en disposición a aceptar que se requiere un compromiso de cuatro mil millones de dólares cada año, durante las próximas tres o cuatro administraciones» Javier Urbano Reyes Investigador de la Universidad Iberoamericana