El Debate de Culiacán

El robo de elotes: vaya costumbre y cuántos chascos

- Rosario Oropeza

Candidatas y candidatos andan en campaña por diferentes partidos. Te prometen, te acarician y casi te besan; espérate a que ganen, no te van a conocer.

Estamos en temporada de maíz. El estado matizado de mazorcas, cultivo que predomina en nuestras tierras y cuya cosecha ya casi inicia; la elotiza está a punto de caducar.

Unas semanas atrás, el elote estaba tierno y, propios y extraños, invadían las parcelas para cortar cuantos podían y cocinarlos cocidos, asados o en tamales.

Recuerdo que nuestro padre nos invitaba a la elotiza en su parcela. Llegábamos y estaban en jilote y, entonces, decía: “vamos a cortar de los de enseguida, esos están en su punto” y ¡zas!, una tronata. A la semana siguiente repetíamos la dosis, pero ya estaban en mazorca, entonces a “vacunar” al compadre Ramón. Siempre los elotes ajenos son los más buenos. Hace dos semanas que Agustín, un agricultor de El

Molino, Sataya, sorprendió en su predio a un robaelotes que había llenado un costal. Ya iba por el segundo, cuando le llamó la atención le respondió: “No te fijes, hombre, nomás son para un cocido”.

“Híjuela, si los quisieras pa’ hacer tamales, acabas con la parcela”.

Y otro chasco se llevaron Jacinto y su compadre Toño: llegaron en una carreta jalada con una mula a robar elotes en una parcela y se toparon con otros dos.

–“Nos dejan cortar unos elotitos de su tierra?”, le preguntaro­n. –“Agarren los que quieran”, respondió uno de ellos, –“nosotros también andamos robando, la siembra no es de nosotros”… ¡qué golpe tan duro!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico