ALERTA LA NASA SOBRE UNA SEQUÍA HISTÓRICA
Del lecho de la presa de Bacurato, en Sinaloa municipio, surge el panteón de la desaparecida comunidad de Terahuito
G uasave. Hace 49 años que la comunidad de Terahuito, entonces ubicada en el municipio de Sinaloa, desapareció, esto debido a que se encontraba donde hoy se ubica la presa Bacurato, por lo que toda esa gente recibió tierras en Guasave para compensarlos, mientras que la localidad quedó bajo las aguas de esa importante obra hidráulica.
El síndico de Bacubirito destaca que cuanto existía el poblado de Terahuito, contaba con un río que atravesaba la comunidad, tenían su propia escuela, y claro está que contaban también con un panteón, inmuebles que hoy en día se pueden apreciar de nuevo, pues con los bajos niveles que presenta la presa, han resurgido.
Historia
Pedro Campo Soto señala que aproximadamente entre 1980 y 1981 empezaron a evacuar a los habitantes de esa localidad, dándoles un pequeño terreno para que construyeran cerca de Palos Blancos, Guasave, y ahí se establecieron, donde hasta la fecha viven. Relata que a pesar de que los ciudadanos añoraran todo lo que habían dejado atrás, era una acción necesaria, ya que el embalse de la presa destruiría sus hogares, y a la comunidad por completo. Destaca que hace aproximadamente 50 años Terahuito era un poblado florido y lleno de gente buena, y lo que es el panteón debe de tener más de 100 años, ya que se puede apreciar que son tumbas muy antiguas debido al estilo de las lápidas.
“Por como están las tumbas y las cruces, es posible que el panteón tenga más de 100 años, ya que se ve es muy antiguo, no están marcadas las tumbas como hoy en día y solo contiene puras cruces”, detalló.
De igual manera comentó que no es la primera ocasión en la que se logra ver lo que es el panteón, la escuela, y lo poco que queda de Terahuito, ya que en 1998 se logró ver debido a que la presa se encontraba en un nivel igual de crítico al que se encuentra hoy, y esos han sido los únicos años en los que se ha podido apreciar por completo, aunque ha habido otras ocasiones en las que solo se lograba ver alguna cruz.
“En 1998 y en este, han sido las dos ocasiones en las que se ha podido observar por completo el panteón, e incluso lo que queda de la escuela, pero cabe explicar que sí ha habido otras ocasiones en las que ha podido ser visto, solo que a diferencia de hoy, no se lograba contemplar por completo, pues solo sobresalían las puntas de las cruces”, resaltó.
Recuerdos
Campos Soto asegura que en lo personal recuerda cómo era la comunidad de Terahuito, antes de que fueran desalojados sus pobladores para construir la presa Gustavo Díaz Ordaz, a quienes consideró como personas muy amables, buenas y serviciales.
“Hace como 50 años, o poquito más, yo venía a visitar a mis amigos o a las muchachas, y los habitantes siempre eran muy amables, era un lugar muy tranquilo, el poblado en sí era muy bonito, pues lo atravesaba un río, y el panteón estaba bien arreglado, su escuela era como las de antes, y se veía a los niños jugando en un ambiente de paz”, reconoció.
El síndico de Bacubirito dice tener muy buenos recuerdos de Terahuito porque ahí pasó parte de su juventud, y hoy la nostalgia lo invade al ver lo que queda de ese sitio que fue cubierto por el agua.