Aumentan delitos sexuales contra los menores de edad
El colectivo No se Metan con Nuestras Hijas está en contra de que desaparezca Sipinna, y reprocha la falta de estadísticas reales de las instituciones sobre agresiones a niñas, niños y adolescentes
Desde hace dos años se presenta una tendencia de incremento en la apertura de carpetas de investigación por delitos sexuales, como violaciones, trata de personas y violencia contra niñas, niños, adolescentes y mujeres en Sinaloa, de los cuales el 96 por ciento de las agresiones permanecen impunes y guardadas en secreto dentro de la misma familia, aseguró la presidenta del colectivo No se Metan con Nuestras Hijas, Priscila Rebeca Salas Espinoza. El principal lugar en donde hay violencia contra los menores de edad y las mujeres es la familia. Como prueba de ello, a nivel internacional, México ocupa el primer lugar en producción y distribución de material (fotografías y videos) de abuso sexual infantil, y se ha llegado a encontrar que el 70 por ciento de los agresores sexuales corresponden a familiares de estos menores de edad o amigos de la familia, explicó la activista.
Señaló que los niveles de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes son espantosos y se ha dado bastante acompañamiento en los casos de embarazo por violación en niñas menores de 14 años, violencia física, psicológica y demás, que es un delito muy grave que no es denunciado, lo que impide conocer las cifras reales del grado de violencia que sufre este grupo de personas.
Carencias de estadísticas
Salas Espinoza explicó que nueve instituciones participan en recopilar las estadísticas de los menores de 14 años, que deben de ser entregadas al Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), y desde este inicio
ya se tiene un problema, porque las instituciones no registran muchos casos, que lleva a no tener una claridad de cómo están los números a nivel local.
Se han encontrado casos de violencia sexual en las escuelas primarias y secundarias, pero aclaró que las agresiones sexuales hacia las niñas son cometidas por personal de la comunidad escolar que está cercano a ellas, pero actualmente las niñas se están atreviendo a denunciar a estos adultos.
En contraste, señaló que existen las cifras negras de estos delitos que corresponden al 96 por ciento de los casos no denunciados, lo que lleva a concluir que solamente se conoce el 4 por ciento a través de las carpetas de investigación que han sido abiertas tras las acusaciones ante el Ministerio Público.
En las últimas estadísticas de carpetas de investigación de 2019, se cuantificaron 60 mil que fueron abiertas a nivel nacional por delitos sexuales en contra de menores de edad.
Sipinna debe continuar
La activista dijo que sería un retroceso en derechos humanos desaparecer a Sipinna, porque en su opinión, no hay duplicidad de esta institución con el DIF.
El Sistema DIF atiende a la familia de forma completa, tanto a los padres como a los hijos; busca la integración y que participen todos los miembros de este grupo. En tanto, el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) da una atención especializada a esta población, que ha representado un avance en la defensa de sus derechos y evitar que se vulneren más, ante las agresiones que son objeto, como menciona, desde su propio hogar y familiares.
Dijo que desaparecer Sipinna, como fue mencionado en el Congreso de Sinaloa, corresponde a una visión adultocéntrica: pensar que esta población va a existir solamente como miembro de una familia y no como seres que van a tener una autonomía progresiva y derechos humanos que deben de protegerse.