Alimentación como derecho humano y realidad
Muchos traducen proclamas de los en simples derechos y discursos, normas humanos debido jurídicas, en el a que mundo programas, no llegan se a materializarse en la realidad, y dependen, entre otros, de las condiciones socioeconómicas de cada persona para ejercerlos, aun cuando en las constituciones y en los tratados internacionales no exijan requisito alguno para concretarlos. Uno de ellos es el Derecho a la Alimentación.
Frente a este, todos los Estados nacionales tienen el deber jurídico de atenderlo, y por lo mismo, no es ninguna gracia que cumplan con él, ni tampoco motivo para ufanarse cuando se diseñan e instrumentan políticas públicas para combatir el hambre.
De acuerdo con el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), existen en el planeta alrededor de 842 millones de personas que hoy padecen hambre.
Expertos en la materia, estiman a nivel mundial con algunas variantes que al año mueren alrededor de 14 millones 600 mil personas como consecuencia del hambre. De estas, aproximadamente 5 millones 900 mil son niños. En México, hoy mueren anualmente alrededor de 8 mil 380 personas (23 diarias), según investigaciones serias hechas en la materia por investigadores de la UNAM. Esto está directamente asociado al tema de la pobreza extrema, particularmente con la carencia nutritiva y de calidad.
Al 2020, según datos del Coneval, existían 55.7 millones de personas en situación de pobreza. De ellos, a dicho año había 28.6 millones con carencia alimentaria; habiendo aumentado en dos años (2018-2020) 1 millón 100 mil mexicanos en esa carencia. Es decir, dicho incremento se da en el gobierno de Andrés Manuel
Hoy 1 de cada 5 mexicanos tiene problemas para acceder a los alimentos. Derecho humano esencial para subsistir como tal. Cada año, literalmente, mueren miles de compatriotas por hambre o por problemas asociados con la desnutrición y la pobreza extrema.
López Recordamos Gobierno Obrador. que de el la precedente República puso en marcha el tema de las pensiones para los adultos mayores, sin ser selectivo para quienes realmente las necesitan, es decir, para los más necesitados, como los que se encuentran en situación de pobreza extrema, especialmente los que sufren de carencia alimentaria.
Dicha política pública adolece técnicamente de un diagnóstico y de un diseño adecuado, además de que no tuvo indicadores precisos para medir sus resultados e impactos, ni se le fijó un presupuesto razonable, puesto que a ricos, clase media y pobres se les otorga dicha pensión de manera indiscriminada. Es decir, sin realizarse los estudios socioeconómicos a cada persona que hoy reciben dicha pensión, que permitan otorgarla a los que realmente la necesitan y no se sigan muriendo de hambre miles de mexicanos, haciéndose efectivo así el derecho a la alimentación y otros derechos para que los más pobres vivan con dignidad.
Por eso hoy, 1 de cada 5 mexicanos tiene problemas para acceder a los alimentos. Derecho Humano esencial para subsistir como tal. Cada año, literalmente, mueren miles de compatriotas por hambre o por problemas asociados con la desnutrición y la pobreza extrema. No obstante, en cada proceso electoral, desde hace 95 años en México, se confeccionan discursos de que se van a resolver este y otros problemas. Y ya ven cómo está la realidad. Por eso hay que propiciar el cambio necesario y verdadero a golpe redoblado de sufragios. El ciudadano es el que tiene la palabra. Ya llegará el tiempo propicio para ello.