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El cáncer, una de las enfermedades más temidas y devastadoras de nuestro tiempo continúa cobrando vidas en todo el mundo a un ritmo alarmante. Sin embargo, a pesar de los avances en la ciencia y la medicina, la detección temprana sigue siendo una de las herramientas más efectivas para combatir esta enfermedad. La promoción de una cultura de detección temprana del cáncer es más que una simple recomendación, es una necesidad urgente que requiere atención inmediata y esfuerzos concertados a nivel mundial.

SEGÚN DATOS proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta el 50 por ciento de las muertes por cáncer podrían prevenirse adoptando medidas simples, pero significativas. Entre estas medidas se incluye evitar el consumo de alcohol y tabaco, así como mantener una alimentación saludable y equilibrada. Estas estadísticas ponen de relieve la importancia de la prevención y la detección temprana como herramientas clave en la lucha contra el cáncer. El consumo de alcohol y tabaco ha sido identificado como dos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de diversos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, boca, garganta, hígado y otros. Reducir o eliminar el consumo de estas sustancias no solo disminuye el riesgo de desarrollar la enfermedad, sino que también mejora la salud general y el bienestar de las personas.

ADEMÁS una alimentación saludable desempeña un papel fundamental en la prevención del cáncer. Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también proporciona al cuerpo los nutrientes y antioxidantes necesarios para combatir el crecimiento de células cancerosas.