No le soplen
NO LE SOPLEN… No continuemos avivando el fuego que alimenta a los verdaderos enemigos de México. No le soplen a la pobreza, no le soplen a la inestabilidad social, no le soplen a la impunidad, no le soplen a la corrupción, no le soplen a la división de mexicanos. Por favor ¡¡no le soplen más!! Basta de continuar alimentando, tolerando y hasta apapachando a nuestros más nefastos enemigos. Los enemigos no son nuestros compatriotas, por más diferente que piensen, no son los partidos políticos, no es el gobierno. No, nuestros enemigos reales son esos que alimentamos con el aliento de nuestra indiferencia. No podría haber líderes nocivos, ni gobernantes corruptos y abusivos, tampoco podría haber corrupción, pobreza, ni ninguno de esos lastres que no nos dejan crecer, si no existiera la complicidad silenciosa, pasiva, indiferente de la ciudadanía.
SÍ, somos cómplices con nuestro “no pasa nada” “¿qué puedo hacer yo?” etc.
“Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata” dice un refrán popular, y dice una gran verdad. tal vez la ciudadanía no mate la vaca pero sí le agarramos la pata con nuestra apatía
Es tiempo de salir de este marasmo, es tiempo de actuar, es tiempo de decidir qué es lo que mejor le conviene al país y tomar nuestras decisiones.
Es tiempo de elegir libre e informadamente a nuestros gobernantes y representantes populares, dejemos ya de votar por simpatías, encomiendas o compromisos gremiales y hagámoslo en función de un análisis de los perfiles de los candidatos.
Es tiempo de ejercer nuestro poder frente a las urnas. Es tiempo de decidir, basados en hechos y nunca más en dichos, en resultados no en promesas, en competencias no en demagogias.
Tenemos décadas permitiendo que sean otros quienes decidan nuestro destino y, a juzgar por nuestras acciones, a la fecha no nos hemos percatado de lo denigrante que eso es.
No somos menores de edad, somos seres pensantes y tal vez lo que falta es que seamos actuantes.
Escribir libremente en el libro de nuestra vida es, no solamente nuestro derecho, sino nuestro deber. cada uno de nosotros está obligado a trazar el camino que recorrerá en esta vida, y esa es una tarea ineludible.
Se hace tarde para actuar, para asumir nuestra responsabilidad ciudadana, para darnos cuenta de que tenemos lo que merecemos, de que no podemos transitar por el mundo buscando a quien culpar, es tiempo de dejar de justificarnos con el pasado, el pasado fue también nuestra responsabilidad.
Basta de alimentar el fuego que ha estado durante décadas carcomiendo la estabilidad de este México nuestro, basta de negar que ese fuego será apagado cuando los mexicanos así lo decidamos.
Y tal vez sea el momento de hacerlo, porque mañana podría ser tarde.
Por un México digno y unido hagamos un pacto para dejar de soplarle.
Muchas gracias.