Consideran buena la decisión que Xóchitl se deslindara de la ultraderecha con Vox
Al estar en campaña y siendo un partido extranjero, el apoyo que rechazó la candidata de Fuerza y Corazón por México fue un acierto, afirman expertos en política
La candidata Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN y PRD), fue tajante al rechazar cualquier apoyo en su campaña del partido español de extrema derecha Vox. Incluso dijo que es más fácil que Morena esté cerca de Vox que ella.
Estas declaraciones han generado polémica en la opinión pública, por lo que analistas y especialistas en política explicaron a EL DEBATE lo que significa este deslinde de la candidata, así como el mensaje que envía al electorado y a dicho partido.
Centro-derecha
Para Adolfo Alberto Laborde Carranco, académico, analista internacional y profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas, el mensaje está dirigido a los posibles ataques que recibiría la candidata por esta filiación o simpatía con la ultraderecha de Vox. “Es un mensaje al electorado, pues ‘no está bien visto’ que estas políticas de extrema derecha, incluidas las antimigratorias, sean apoyadas por la candidata Gálvez, siendo que en México estamos sufriendo de un embate antimigratorio, nativista en contra de los mexicanos en Estados Unidos. Es un tema electoral, no sabemos si también puede ser un deslinde de Felipe Calderón, que se la vive en España, y de la parte ultraconservadora y de ultraderecha del propio PAN. Me parece que se está saneando, quiere mantener una posición de centro-derecha y eso es parte del posicionamiento político”.
Deslinde
El analista Gonzalo Armienta mencionó que en este tema hay dos cuestiones: una referente a la imagen, en la que la candidata no quiere que la relacionen con la extrema derecha, sino más bien estar en el centro, como lo hacía el PRI cuando gobernaba el país. “Si se va a la extrema derecha puede perder personas, que tengan afinidad hacia ella, que no crean en la derecha, pero que tampoco crean en la izquierda, entonces a los que están en el centro pudiera mandarles el mensaje de que no es de extrema derecha”. Señaló que aceptar el apoyo de un partido de otra nación también podría violar la Constitución, por la injerencia que tuviera una visión extranjera en las campañas políticas, pues la Constitución señala que los extranjeros no se deben meter en la política nacional.
Gonzalo Armienta opinó que estas declaraciones pudieran estar provocando problemas serios al interior de la coalición Fuerza y Corazón por México, porque en el momento que se unen PRI, PRD y PAN, de ideologías diferentes, no pueden tener una misma visión del desarrollo del país. “El PRD, que se maneja que es de izquierda; el PRI, que siempre ha manejado una política central, un poco cargado a lo social, y el PAN, que siempre ha sido de derecha y apoyado inclusive por la Iglesia católica”.
Si la candidata llegara a querer adherirse al partido de ultraderecha, el PRD y el PRI no estarían nada conformes con esa decisión. “La actitud de ella es correcta, de que se desligue de un partido que tiene una visión de extrema derecha, en contra del aborto, del feminismo y en contra de todo lo que signifique el libre desarrollo de la personalidad”.
Ideologías
Nancy Domínguez Lizárraga, académica e investigadora de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la UAS, señaló que evidentemente Vox, como cualquier otro partido o grupo político que no simpatice con la forma de gobernar actual en México, puede tener declaraciones de apoyo o simpatía hacia la candidata o partidos de oposición. “Xóchitl se deslinda y es acusada de que el PAN sí se ha vinculado con Vox; valdría la pena analizar a profundidad la ideología de ambas candidatas, pues ni Claudia, junto con Morena, puede ser considerada de izquierda; ni Xóchitl, del frente, tiene definida una postura de derecha”, mencionó.
Agregó que existe una fuerte crisis ideológica en México y es difícil encasillar a las candidatas en una manera cerrada o cuadrada.