El México real y el soñado
Nuestro México real y nuestro México soñado; una realidad y una alegre fantasía; un estado real y un estado deseado. Pareciera que se contraponen, que chocan entre sí. De hecho es una aberración el choque entre nuestro México real y el México deseado, entre el México en el que vivimos y el México en el que soñamos vivir. Nuestros sueños deberían ser aliados de la realidad y lo serán cuando esos sueños sean un reto que nos impulse a su materialización, a convertirlos en algo tangible.
Imposible negar la realidad de que México es el país con menor nivel de productividad de la OCDE, pero que al mismo tiempo es el país en donde el trabajador labora mayor cantidad de horas a la semana.
Imposible negar los más de 180,000 asesinatos en los años recientes.
Imposible negar la desaparición de instituciones de asistencia social o que la deuda externa de nuestro país que ascendía a 10 billones de pesos y que según datos oficiales, hoy se ha elevado a más 16 billones.
Imposible negar el deterioro de los sistemas de salud y educativo, el deterioro de los organismos garantes de nuestra democracia como son el INE, el INAI o los rumores de corrupción de las más altas esferas políticas sin que haya investigación alguna para desmentir o sancionar.
Tal vez el mayor problema se ubique en que nos hemos concretado a ser indiferentes, a acusar desde lejos, siempre manteniéndonos al margen de los problemas, ignorando que esos problemas son muy nuestros y que nuestra es la solución.
No sería justo negar que en estos últimos años se han generalizado las estrategias de asistencia social, que sin haber nacido en esta administración, se les ha dado fuerte impulso, entre las que podemos destacar el apoyo a los adultos mayores.
No podemos negar que existen estupendas intenciones para superar las deficiencias y corruptelas que hemos sufrido por décadas, intenciones que desafortunadamente se han quedado ahí en eso, solo intenciones sin resultados.
Muchas cosas buenas y muchas cosas malas. Reconocer las buenas y actuar para corregir las malas, es fundamental para arribar al México que todos deseamos.
Por un México digno y Unido, hagamos un pacto para abandonar nuestra ancestral indiferencia y actuar todos juntos en la construcción del México deseado.
Gracias.