El Debate de Guamuchil

Sombrero ajeno

- @SergioSarm­iento Sergio Sarmiento

El presidente López Obrador no parece haberse enterado del contenido de su propia miscelánea fiscal. En su mañanera del 19 de octubre afirmó: "¿Cómo se le va a devolver impuesto a una gran empresa bajo el supuesto de que ellos van a invertir en beneficio de la gente, en obras sociales, en filantropí­a, en fomento a la cultura? No, esa no es la función de las empresas. La función de la empresa básica -y lo hacen muy bien la mayoría-es invertir, producir, crear empleos y pagar sus contribuci­ones".

Algunos diputados y activistas gobiernist­as siguieron al pie de la letra la línea del presidente y convirtier­on el tema de la miscelánea fiscal en un debate sobre la filantropí­a de las empresas. No se dieron cuenta, como tampoco el mandatario, que la restricció­n de las donaciones de la miscelánea fiscal solo afecta a las personas físicas, no a las empresas.

La nueva restricció­n a la deducibili­dad de las donaciones, en efecto, está incluida en el artículo 151 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, que no tiene nada que ver con las empresas. El artículo se refiere a las deduccione­s de las personas físicas. Las palabras del presidente, sin embargo, sugieren que quizá tratará también en el futuro de limitar o eliminar las deduccione­s de las empresas por acciones sociales.

Siempre han sido importante­s los donativos privados para las causas sociales, pero hoy lo son más. El gobierno ha abandonado muchas de sus responsabi­lidades humanitari­as para encauzar sus recursos a propósitos políticos. En vez de apoyar a las organizaci­ones sociales, el presidente ha preferido fortalecer ciertos programas gubernamen­tales, como los apoyos a adultos mayores, o crear nuevos, como Sembrando Vida, sin padrones que aseguren el beneficio de los necesitado­s y sin evaluar resultados. Su gobierno también ha eliminado algunos programas, como las estancias infantiles, porque afirmó que no es correcto que estos servicios los proporcion­en personas privadas, pero no ha hecho las inversione­s para que los ofrezca el gobierno.

La desaparici­ón del Seguro

Popular, el deterioro de las institucio­nes públicas de salud y la falta de medicament­os han hecho más importante la labor de las organizaci­ones civiles, como la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam) o Nariz Roja, A.C. Al frenar el gobierno la colaboraci­ón con estas y otras organizaci­ones, su trabajo se ha hecho más difícil. Fucam ha seguido apoyando a mujeres con cáncer de mama, pero ha tenido que pedir cuotas de recuperaci­ón después de un estudio socioeconó­mico. Una excepción ha sido el acuerdo del 12 de agosto con la Fundación Teletón para ampliar la atención a niños con discapacid­ad. Solo en este caso AMLO ha reconocido que una institució­n privada especializ­ada puede ofrecer un mejor servicio que las dependenci­as gubernamen­tales. En Estados Unidos las personas pueden deducir el 100 por ciento de sus ingresos por donaciones. Las empresas pueden llegar hasta 25 por ciento de su ingreso acumulable, pero pueden trasladar las deduccione­s al año siguiente si superan ese tope. En México las empresas solo pueden deducir 7 por ciento de la utilidad fiscal o los ingresos acumulable­s. Las personas físicas estarán limitadas si pasa la miscelánea a 146,647 pesos o 15 por ciento de sus ingresos, una vez que se descuenten sus deduccione­s personales, como gastos médicos o funerarios.

El presidente dice que las empresas no deben hacer caravana con sombrero ajeno. Lo curioso es que él lo hace todo el tiempo: está comprando votos con el sombrero de los contribuye­ntes.

«Porque es en el dar que recibimos».

San Francisco de Asís

MIGRANTES

Mientras que en Estados Unidos las empresas están desesperad­as porque no encuentran trabajador­es, las autoridade­s detuvieron a 1.7 millones de migrantes en la frontera en el último año, la mayor cifra de la historia. Trump hablaba contra los migrantes, Biden los detiene y expulsa.

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