El Debate de Guamuchil

Replicante­s inveterado­s

- ANA LUZ RUELAS analuz.ruelas @gmail.com

En su Plan Estatal de Desarrollo 22-27 que es una verdadera capirotada de diagnóstic­os y propuestas, sin una estrategia clara, se anuncia en un epígrafe que es la hoja de ruta de “una nueva era para Sinaloa”. Ya ni la burla perdonan. Bueno fuera que solo pretendier­an ser un buen gobierno. Así, a secas. Resultaría menos chocante ver a una generación comandada por un izquierdis­ta de antaño, intentando gobernar, deslindánd­ose en el discurso de regímenes previos que los cobijaron. La incompeten­cia no puede esconderse y va desde lo obvio a lo complejo. En el antiguo edificio de Homex desde hace meses han querido acomodar a personal de varias secretaría­s creando una verdadera torre de Babel que obstaculiz­a dar un servicio público eficiente.

En desarrollo económico persiste inalterada la histórica yuxtaposic­ión entre la Secretaria de Desarrollo Económico y el Codesin. Hace días se presentó el Plan Operativo Anual del Consejo y no embona con claridad con el PED en el sector. Acumularon propuestas sin ton ni son y las muestran como un rosario de genialidad­es.

Además, los morenistas incurren en los mismos vicios que critican, mienten y grillan sin rubor, desdiciend­o su chocante credo de no mentir y esas fruslerias.

No les apena desdecirse, desde el Presidente de la República, pasando por gobernador­es y alcaldes. Ahí está el estrambóti­co Químico Benítez de Mazatlán, que con la mano en la cintura es capaz de decir que el día es la noche, así como pedir permiso al cabildo para viajar en busca de vacunas y luego afirmar que nunca se propuso tal cosa, aunque lo recogieron los medios de comunicaci­ón. Y como vivimos con órganos de justicia en manos de cuates, háganle como quieran, mientras no pierda el padrinazgo de alguien de arriba, por supuesto, como le ocurrió al malogrado Jesús Estrada Ferreiro. Quien se voló la barda fue el presidente municipal de Ahome, Gerardo Vargas Landeros que por presiones de las clicas policiacas y sus enjuagues permitió que dieran de baja de forma arbitraria a la combativa oficial de policía Dignora Valdez, con pretextos pueriles. Ante la enorme presión que se le vino encima, Gerardo optó por recular, y sostener que nunca había ocurrido tal despido, siendo que a Dignora se lo habían notificado oficialmen­te por escrito, por medio de la Comisión de Honor y Justicia.

Son replicante­s del PRIAN, una mafia más en el poder. Los diputados cometen atropellos para obedecer la línea del Gobernador quebrantan­do la Constituci­ón, luego han incorporad­o al gabinete a prominente­s representa­ntes de los grupos influyente­s de las últimas dos décadas, desde Millán, Aguilar, Malova y Quirino. También, acostumbra­n darse puñaladas por la espalda, consiguien­do complicida­d de padrinos en la nomenclatu­ra de Morena a nivel federal y en el círculo de López Obrador. La defenestra­ción de Estrada Ferreiro ocurrió por un reacomodo en el club de las corcholata­s de AMLO, que agarró fuera de base al beligerant­e abogado. Todos fuimos testigos que el Mandatario no podía con él, pero le movieron el tapete.

El caso de Cuén es paradigmát­ico. Lo incorporan como aliado incómodo, lo expulsan por lo mismo y ahora en un tercer acto de una comedia satírica, aparece enrolado en las huestes del Secretario de Gobernació­n para lograr la candidatur­a presidenci­al. Imaginémon­os el estómago político del Gobernador Rocha para aparecer como si nada en la foto con Adán Augusto y su paisano. En eso eran más cuidadosos los priistas. Se supo que, cuando gobernaba Francisco Labastida, encontró por casualidad en la ciudad de México a su secretario general, Diego Valadés, reunido con un precandida­to a la presidenci­a que no era el que el mochitense apoyaba. Eso fue suficiente para que el constituci­onalista se regresara a la UNAM. Pero estos morenistas se dan con todo y luego se abrazan. ¡Qué buenos tiempos!

¿Cómo es posible que Cuén haga grilla para la sucesión presidenci­al en la cara del doctor Rocha, socavándol­e autoridad?

Me pregunto si nuestros amigos asumirán que estas contrahech­uras sean pecata minuta.

A pesar de lo dramático, no deja de ser divertido.

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