¿Golpede timón?
Hace semanas, una filtración en la prensa que sigue sin ser negada ni aceptada por algún miembro importante de la compañía, apuntó a que Netflix iba a dejar de dar luz verde a lo que se llamó: “vanityprojects”. Según algunos columnistas, esto significa que luego de años experimentando con levantar proyectos de prestigio destinados a ganar galardones por todo el mundo, pero que por diversas causas otros estudios habían abandonado, como Elirlandés, de Martin Scorsese, o Elpoderdelperro, de Jane Campion, y de comprar los derechos de distribución internacional de proyectos independientes como Roma, de Alfonso Cuarón, la junta directiva de la compañía californiana había llegado a la conclusión que aquello no les había traído grandes beneficios: ni habían aumentado las suscripciones ni se alcanzó la cifra de visionados que ellos deseaban. Tampoco se recogieron los premios ansiados. Anoto que lo primero es mera especulación. Sobre suscriptores y visionados solo sabemos lo que ellos reportan cada trimestre. Y sobre los premios, ahí sí sabemos que, fuera de varios documentales y de la ya mencionada Roma, los otros proyectos se cubrieron con nominaciones, sí, pero recogieron pocos galardones. Así que, y de nuevo citando el artículo de TheHollywoodReporter, Netflix está cambiando su “estrategia”. Y, según eso, este año se comenzará a ver dicho cambio. La idea, según, es presentar menos producciones con la marca de “originales”, pero que estos títulos sean “mejores” y “más grandes”. Superproducciones, pues. De esas que capturen la atención de los espectadores y los haga o suscribirse al servicio o, de plano, no cancelarlo. Valga todo lo anterior para poder justificar la siguiente pregunta ¿Es Spiderhead (2022, Estados Unidos), dirigida por Joseph Kosinski, parte de ese “golpe de timón” por parte de Netflix? Porque si la respuesta es sí, entonces diría desde acá que tienen un problema mayor de lo que pensaban. Spiderhead va de acuerdo a lo planteado en el artículo. Su director, Kosinski, es un “nuevoviejo” lobo del mar de los blockbusters de medio pelo (hasta que llegó Top Gun:Maverick, claro). Los guionistas son Rhett Reese y Paul Wernick, responsables de los guiones de los dos Deadpool y de Zombieland. Además, está basada en un cuento de ciencia ficción distópica escrito por el galardonado George Saunders. Y como cereza, está protagonizada por Chris Hemsworth, Miles Teller y Jurnee Smollett. Los tres con un caché taquillero a cuestas: Thor, la saga Insurgente y Aves depresa, respectivamente. Y, sin embargo, esta historia sobre un futuro inmediato en el que todo aquel que cumple una condena en una cárcel de máxima seguridad puede transmutar ciertos privilegios si accede a servir de “conejillos de Indias” para una supercorporación que está probando una droga, solo tiene una interesante premisa, y de ahí se decanta por una serie de escenas en las que los personajes se explican muchas, muchas cosas. Lo único que no explican es cómo una película tan blanda como esta, Spiderhead, podrá salvar a Netflix de su presente crisis.