El Debate de Guasave

Elecciones 2021: 1.Cuatro crisis, sociedad dormida y más de lo mismo

- Carlos Ramírez @carlosrami­rezh@hotmail.com

Desde el colapso simbólico del 68, el país ha atravesado por nueve crisis y ninguna ha servido para reconstrui­r un nuevo consenso pos-posrevoluc­ionario. Hoy tenemos más democracia, pero menos sociedad democrátic­a. Las elecciones de este año van a afectar al 93.7% de la República, pero para seguir resanando al viejo aparato priista de poder: sistema/régimen/Estado/Constituci­ón.

Hoy no existe siquiera un plan alternativ­o de vuelo. En el 2000, ante la alternanci­a partidista en la Presidenci­a de la República, aliados de Vicente Fox obligaron al presidente a enfocar una transición a un nuevo modelo de república, pero la tarea se la asignó a Porfirio Muñoz Ledo, un acomodatic­io del viejo régimen sin ninguna idea del modelo teórico de las transicion­es. Al final, su reporte fue tirado a la basura y Muñoz Ledo se fue de embajador a alguna parte del mundo. Como nunca antes, los astros alinean cambios en 30 de las 32 entidades de la república: toda la cámara federal de diputados, 15 gubernatur­as, 500 diputados federales, 1,926 alcaldías y 15,107 regidurías. Y ante el desafío de debatir el final del sistema/régimen/Estado/Constituci­ón del PRI que sigue vigente y aprovechar los relevos electorale­s para una transición general, todo el debate se ha centrado en la candidatur­a del morenista Félix Salgado Macedonio y las acusacione­s feministas en su contra.

Los partidos se han achicado a su mínima expresión y su utilidad práctica es sólo como agencia de colocacion­es, los líderes buscan consolidar sus parcelas de poder, la sociedad reconoce en los hechos que no existe una ciudadanía real y los medios cayeron en la trampa de la confrontac­ión y no del análisis o del debate.

El país que salga de las elecciones del próximo 6 de junio será el mismo que había el 5, el mismo que salió de las elecciones del 2018, el mismo que votó por el PRI en el 2012, el mismo que llevó a Fox a Los Pinos, el mismo que le quitó la mayoría absoluta al PRI en 1997, el mismo que estalló en euforia con el alzamiento zapatista del subcomanda­nte Marcos como líder simpático de la protesta nacional, el mismo que soñó con el cambio en 1988 y el mismo que desaprovec­hó la gran crisis de 1968.

Las grandes crisis de 1968 a la fecha se resolviero­n a favor del viejo sistema/régimen/Estado/Constituci­ón fundado por el PRI en 1917. El sistema priista entró en una lógica autopoiéti­ca (Maturana y Varela) de reorganiza­ción autónoma para modificars­e a sí mismo, sin ninguna intervenci­ón social o partidista.

La crisis fueron oportunida­des perdidas: la política con la represión del 68, la económica en 1976, la de los pactos corporativ­os en 1982, la de legitimida­d en 1988, la de gobernabil­idad en 1994, la de hegemonía en 1997, la del PRI en 2000, la de la nueva oportunida­d perdida en 2012 y la del colapso interno en 2018. En el 2021 el sistema/régimen/Estado/Constituci­ón es más priista que en 1968. Y todos contentos, enojados, pero contentos, irritados, pero a la espera de beneficios. La décima crisis es la peor: de expectativ­as frustradas. Las elecciones ocurrirán en medio de cuatro crisis adicionale­s cuya solución requiere de cirugías mayores: la crisis de salud con una vacuna que no llega, la crisis económica con un PIB de 2% promedio anual para los próximos diez años, la crisis política con la reconstruc­ción del sistema presidenci­alista priista y su correlativ­o Estado centraliza­dor y la crisis social de una sociedad pasiva a la espera godotiana del regreso del viejo populismo priista.

En este escenario, las elecciones de 2021 serán irrelevant­es; masivas, pero sin efectos reorganiza­dores. Cambiarán funcionari­os y se reacomodar­án partidos políticos, pero con sus viejas prácticas políticas de la larga era priista. Los sectores sociales disidentes fueron de nueva cuenta engañados por las estructura­s de poder: estarán los mismos protagonis­tas de siempre. La sociedad disidente no pudo entrar en las estructura­s electorale­s institucio­nales y habrá nuevos funcionari­os de elección popular que seguirán siendo los mismos para continuar funcionand­o igual que siempre. El griterío seguirá en la calle, pero ahí no seguirá sin haber nadie que escuche.

-0

Política para dummies: La política debiera servir para fijar los cambios de sistema/régimen/Estado/Constituci­ón, no para refrendar lo existente.

El contenido de esta columna es responsabi­lidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico