Tercer piso
El mensaje. La principal lectura que deja el registro del senador con licencia Rubén Rocha Moya como candidato a gobernador de Sinaloa por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ocurrida ayer ante el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa, es que el resentimiento de los morenistas con su propio partido y con el mismo Rocha Moya es tan grande, que prefirieron no acompañarlo en este acto. Ya se sabe, el silencio y la ausencia también son mensajes, y el hecho de que no hayan asistido al IEES personajes como Graciela Domínguez Nava, Jesús Estrada Ferreiro, Merary Villegas Sánchez, Pedro Villegas Lobo ni Yadira Marcos, entre otros, significaría que la operación cicatriz a la que se refirió Rubén Rocha no concluirá en los mejores términos. Habrá (hay) muchos rencorosos que, seguramente, ya están pensando en “ahuecar el ala” hacia horizontes más prometedores, como fue el caso (a la inversa) de Alejandro “Diablo” Higuera Osuna, que renunció al PAN y que ayer apareció —invitado por Rocha, afirmó— en el Instituto, donde se anunció que apoyará al exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Falta ver, este día en que Rubén Rocha Moya regrese a registrarse, ahora por el PAS, si los ausentes de ayer se hacen presentes hoy.
El remate. El registro de Billy Chapman para diputado federal, dicen los ahomenses, fue el acabose. Desnuda los compromisos perversos del presidente nacional de Morena, Mario Delgado, y del coordinador de los diputados federales Ignacio “Nacho” Mier. Muchos dicen que el caso Ahome es el símbolo de una “moneda de cambio” en Morena. No tiene otra explicación porque lo hicieron candidato aún con sentencia firme de violencia política en razón de género y con los niveles de popularidad por los suelos. Si Gerardo Vargas Landeros podía recuperarse de las críticas morenistas, con esa designación debe de ser el más preocupado.
No todo es optimismo. La recepción masiva de turistas para la cual se prepara los sectores hotelero, restaurantero y del transporte de Mazatlán para los días de Semana Santa y Pascua, no está exenta de preocupaciones. Ayer, el líder de la Coparmex en Mazatlán, Jorge García Félix, demandó la implementación de medidas estrictas por parte de las autoridades municipales y estatales para evitar que esta marea turística se traduzca en un repunte de casos activos de covid-19 y su propagación a otras entidades. Ayer se anunció la decisión de que el personal médico salga a la vía pública para trabajar en filtros sanitarios y de inspección, en tanto Vialidad y Transporte asegura que se ejercerá una verificación estricta para garantizar el respeto de los protocolos preventivos. El Hospital General ya cuenta con un piso completo para atender un posible repunte de contagios.
En contra de su sector. El dirigente de la Canirac en Guasave, Arturo García Medina, fue el único que votó en contra de la decisión de los consejos de Salud en el municipio de mantener abiertas las playas durante el periodo de Semana Santa, a pesar que la polémica medida fue para ayudar al sector restaurantero en sus ventas, gremio que él representa. La realidad es que Arturo García solo trató de hacerles ver que la decisión fue errada, ya que por cuidar la economía de algunos de sus socios, podrían provocar que se venga otro rebrote de contagios de covid-19, incluso, en hospitales como el IMSS ya se preparan para que del 15 de abril en adelante se reflejen las consecuencias por dejar abiertas las playas en Guasave.
En la línea. Los exalcaldes priistas de Mocorito Juan Salvador Avilés y Noé Contreras Avendaño, quienes se alistaron en la larga lista de aspirantes a buscar la candidatura a la alcaldía por Mocorito en Morena, parece que se los tragó la tierra, luego que se sumarán en candidatura común con el Partido Sinaloense. Noé Contreras, quien recientemente había salido del PAS tras una serie de inconformidades y conflictos con el alcalde Guillermo Galindo durante su estancia como secretario de la Presidencia Municipal, había dicho que no regresaría al PAS para nada, y Juan Avilés, expriista de hueso colorado, abandonó el tricolor y se decía que su intención era que su esposa fuera la candidata por Morena, pero la sorpresa la dio cuando aparecieron las listas y era él quien aparecía. Él simplemente se alejó, no dijo nada y se fue a la línea de fuera, sin definir el rumbo que tomará.