Crisis en Morena: Rocha guarda calma, Zamora lanza tiro preciso
Rubén Rocha Moya salió al paso de la nueva controversia en Morena que, al igual que las anteriores, confía remontar junto con la dirigencia nacional de su partido. Entero, optimista, visiblemente sano y hasta con destellos de humor, presentó su registro para la gubernatura del estado ante el IEES, donde fue recibido por la presidenta ☰arla Gabriela Peraza.
Aunque el llamado de Rocha en redes fue a presenciar el acto vía streaming, un nutrido grupo de seguidores se dio cita a las afueras del instituto para manifestarle su respaldo en el complicado momento que enfrenta Morena, tras la asignación de candidaturas a Ayuntamientos y diputaciones.
Con su proverbial humildad, Rocha se sometió a los protocolos de acceso al edificio, que incluyeron hacerse acompañar de solo cinco personas. Eligió a su hija Eneyda Rocha Ruiz, a los senadores Américo Villarreal y Raúl Elenes, al presidente del PAS, Héctor Melesio Cuen, y a Alejandro Higuera.
Al salir, Rocha manifestó su empatía con los inconformes porque él también sabe lo que es perder, como sabe lo que es ganar, y los llamó a superar resabios personales para mantenerse unidos en torno a un fin común: consolidar la 4T en Sinaloa.
Recordó que Morena es un movimiento incluyente donde caben exmilitantes de otros partidos y mencionó el ejemplo del Diablo Higuera, quien se sumó no por una candidatura, sino por su identificación con el proyecto. Reiteró que la decisión sobre los candidatos no corresponde a él, sino a la dirigencia nacional, que opera a través del delegado Américo Villarreal.
Reveló, no obstante, que toma parte activa en la “operación cicatriz” y mañana, por ejemplo, dialogará con la síndica procuradora de Mazatlán, Elsa Bojórquez.
GOLPE MAGISTRAL.
A la voz de “Llegó la hora de poner la verdad de moda, con Zamora”, el abanderado de PRIPAN-PRD a la gubernatura hizo gala de su sentido de la oportunidad, virtud que suele marcar la diferencia entre la victoria y la derrota en una campaña política. Mario Zamora aprovechó el momento climático que le brinda la crisis en Morena por la falta de transparencia en sus procesos internos, para lanzar un tiro de precisión: ayer colocó en la agenda pública la necesidad de que los candidatos comprueben plenamente su modo honesto de vivir y no se limiten al 3 de 3.
Zamora comenzó por poner la muestra y, en reunión con los organismos empresariales que integran la Intercamaral Sinaloa, presentó un 10 de 10 con sus declaraciones en los rubros patrimonial, fiscal, conflicto de interés, información de registros públicos, congruencia patrimonial (que los bienes correspondan a los ingresos), respeto de género (carecer de antecedentes de violencia contra las mujeres), cumplimiento fiscal (no ser moroso), carta del buró de crédito, examen antidoping y dar fe de todo lo anterior ante un notario público certificado. “La corrupción se debe combatir y existen dos herramientas fundamentales para hacerlo: la transparencia y el combate a la impunidad”, dijo Zamora al llamar a la congruencia entre el decir y el hacer.
El reto ha sido lanzado. Veremos quién más lo toma. De antemano, sabemos que son pocos, muy pocos, los que pueden cumplirlo.
Por lo pronto, Mario Zamora se erige como el primer aspirante a la gubernatura que se somete al escrutinio público a ultranza: hasta donde tope. Justo lo que la ciudadanía demanda: gobernantes que no presuman honestidad, sino que la demuestren.
Estamos ante el más espectacular punto de inflexión en favor de Mario Zamora desde su destape: una jugada rotunda para potenciar simpatías ciudadanas, precisamente cuando se empareja con Rocha en la intención de voto, según todas las encuestas.