Innovación en la cultura del agua
Entendamos como innovación la utilización de nuevos artefactos, productos, métodos o servicios sin precedentes; también como nuevas formas de trabajar, cambios en los procesos productivos o mejoras en los procesos y productos ya existentes, y que todo va encaminado a acrecentar las ventajas competitivas. La innovación es un factor clave para el desarrollo y crecimiento económico de la humanidad.
Para considerar un producto o idea como innovación, esta debe ser fácil de adoptarse y debe desarrollarse en base a necesidades de un sector o grupo de interés, muchos opinan que la mayoría de las innovaciones no están al alcance de todos, pero esto es cuestión de enfoque, es decir, una innovación debe convertir un problema en una solución.
Las innovaciones siempre han estado presentes en la humanidad, incluyendo desde luego al sector agrícola, el cual debe sus avances a la adopción de innovaciones como variedades mejoradas, maquinarias y equipos para la preparación de suelos, métodos de protección vegetal contra plagas y enfermedades, equipos analíticos de suelo y planta y, desde luego, en la administración, cuidado y aprovechamiento del agua para cultivos de regadío.
Los primeros productores agrícolas innovaron en su tiempo al desviar el cauce de ríos y arroyos hacia los terrenos de cultivo, lo que les aportaba agua, nutrientes minerales y materia orgánica disuelta en el agua, que al sedimentarse en los lotes de cultivos enriquecían el suelo, esto les permitió regar sus cultivos cuando era necesario y no solo cuando llovía.
Posteriormente se innovó con la construcción de presas, que ayudó a la conservación y administración del agua para consumo humano, industrial, pecuario y agrícola.
Tiempos son tiempos, el cambio climático se hace cada vez más presente, disminuyendo en algunas regiones las precipitaciones pluviales y por ende la captación de agua.
Por ello han surgido sistemas que nos permiten ahorrar agua y mantener la productividad como lo es el riego por goteo, la aspersión, entre otros; gracias a la investigación, desarrollo, tecnología cibernética, es posible a través de un software programar en tiempo real el riego de nuestros cultivos de manera remota.
Estos sistemas se alimentan de datos, como lo son los cultivos a establecer, la fecha de siembra, el tipo de suelo, el método de riego y datos climáticos referenciados a la estación meteorológica más cercana, con todas estas notas, el productor puede calendarizar sus actividades de irrigación, programando cuándo y cuánto regar, lo que le permite optimizar el recurso hídrico.
El Inifap en Sinaloa y la Fundación Produce Sinaloa, han desarrollado un software con el que se incrementa la productividad en los cultivos de papa, frijol y maíz, regando más hectaraje con menos volumen de agua, dichas validaciones se han hecho en los módulos de riego de Taxtes, Batequis y Santa Rosa de la zona norte.
Al mismo tiempo, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua promueve el sistema Rigrat, el cual es una innovación, ya que con él se puede hacer buen uso y aprovechamiento del agua en la agricultura, permitiendo regar más superficie y aumentar la producción de alimentos.
Para las zonas de temporal se debe propiciar una mayor penetración de la humedad hacia la zona de las raíces y de los mantos freáticos, esto se puede lograr haciendo camas o surcos perpendiculares a la pendiente mayor del terreno, entre el fondo del surco a cada determinada distancia se debe levantar un pequeño bordo formando así una caja en el suelo, esto hará que se disminuya la corriente del agua de lluvia, reducirá la pérdida de suelo por erosión hídrica y provocará encharcamiento de agua entre los surcos; si se practica la agricultura de conservación se deberá marcar lo más alto posible el surco o cama, para que la marca quede para el siguiente ciclo y puedan intercalar el método de las cajas de agua, el rastrojo o residuo de la cosecha permitirá mayor captación de humedad en el suelo. Como ven, en la cultura del agua, como en todo, hay alternativas de innovación para productores de distintas condiciones; desde la agricultura de temporal hasta la de riego, solo aquellos que constantemente innovan en sus procesos productivos, podrán superarse, alcanzar y mantener el éxito.