Genaro Salinas

En los años cuarenta, durante una gira por Cuba, Genaro Salinas conoció a la cantante Malena de Toledo. En 1946 ambos cantantes viajan a Buenos Aires, donde fueron bien recibidos por el público. El enorme éxito alcanzado motivó que Salinas se quedara en la urbe argentina. El matrimonio Salinas-Toledo fue alegrado con la llegada de dos vástagos. Todo era felicidad… hasta que llegó a la vida de Salinas la actriz Zoé Ducós. Después de una relación plena de pasión, Ducós la rompe y se marcha a Caracas, para trabajar en radio y televisión. En tanto Ducós se convertía en pareja del actor venezolano Héctor Hernández Vera, Salinas continúo con su éxito. En 1952 Salinas regresa a México. Malena y sus hijos quedaron en Argentina. En la capital mexicana, Salinas no fue bien recibido por el gremio de artistas, quienes prácticamente le impidieron trabajar. Salinas llegó a ser considerado la voz más hermosa de cuantas se habían escuchado. Decepcionado y desesperado por su situación económica, Salinas sale de México. Desgraciadamente, escoge el lugar menos indicado: Venezuela. La Ducós, para estas fechas, se había separado de Hernández y casado con Miguel Silvio Sanz, el perverso director de la policía del dictador Marcos Pérez Jiménez. La mañana del 28 de abril de 1957 fue encontrado debajo de un puente. Ese mismo día murió. El culpable: el esposo de la Ducós.