Celebremos a niños y niñas
¿Sabe usted por qué celebramos el Día del Niño? Acompáñeme en la lectura de este texto para que conozca la respuesta. Quiero iniciar con un reconocimiento y agradecimiento para todas las personas que cuidan, rescatan, ayudan, adoptan, guían, educan, aman a niños y niñas en todos los rincones de nuestro planeta.
Todas las celebraciones tienen como antecedente la iniciativa de una persona o un grupo en defensa de otros. En el caso de la niñez, la líder de esta iniciativa es Eglantyne Jebb, activista social británica fundadora de Save the Children (Salven a los Niños), organización que surge en defensa y protección de la niñez ante los estragos de la guerra. Hoy en día, es una organización con una Fundación Internacional, con presencia nacional en 29 en países miembros, México entre ellos. Un dato interesante es que el acto de fundación tiene lugar en el Ateneo de Ginebra, Suiza, en el cual, en 1863, surgió la Cruz Roja; ambas fundaciones en apoyo mutuo de la población en situación de vulnerabilidad. Esta iniciativa convocó e hizo posible la Declaración de Ginebra, firmada el 28 de febrero de 1924 como un día histórico, en el cual se reconocen por primera vez los derechos de la niñez. La Declaración incluye cinco puntos en los que se hace énfasis en los deberes de las personas adultas hacia los niños y las niñas para garantizar su protección, bienestar y educación. En resumen, estos refieren que el niño debe ser puesto en condiciones de desarrollarse normalmente desde el punto de vista material y espiritual; ser el primero en recibir socorro en caso de calamidad; recogido y apoyado en situación de orfandad; ser ayudado en condiciones de ganarse la vida y protegido de cualquier explotación; ser educado inculcándole el sentimiento del deber de ofrecer sus mejores cualidades al servicio del prójimo.
La Declaración de Ginebra fue ratificada el 26 de diciembre del mismo año por la Sociedad de las Naciones (SDN) o Liga de las Naciones, un organismo internacional creado para favorecer el establecimiento de las bases para la paz y las relaciones internacionales por la Primera Guerra Mundial. Esta Declaración sobre los derechos de los niños es el antecedente de la declaración oficial del 20 de noviembre como el Día Internacional del Niño, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En México, el Día del Niño se celebra el 30 de abril desde el año de 1924, cuando el ministro de Educación Pública, José Vasconcelos, durante la presidencia de Álvaro Obregón, ratificaron la Declaración de Ginebra y la SDN.
¿Para qué celebrar a niños y niñas? De acuerdo con la ONU, es un día para fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales.
En México, se realizan festejos desde días previos para culminar con la celebración del 30 de abril, según las costumbres y tradiciones de cada región, comunidad y escuela. En general, antes y durante el Día del Niño, es garantía que niños y niñas esperen con gran emoción estos festejos para divertirse entre amigos, practicar deporte, participar juegos creativos y divertidos, olvidarse del uniforme y lucir su ropa favorita, bailar y cantar, romper piñatas y recibir dulces y comida de su preferencia, etcétera.
En su hogar, ¿cómo celebrarán a sus niños y niñas? Ojalá que este 30 de abril de 2021, de la mano con profesoras y profesores, desde el hogar nos animemos a celebrarles con actividades tan sencillas como abrazos especiales, un desayuno o comida favorita, juegos en familia, videollamadas cortas con abuelas, abuelos, familiares, incluso amigos y primos importantes para ellos; mensajes y pistas en casa para encontrar un regalo sorpresa; videos con sus fotos favoritas, divertidas y especiales; un concurso de baile en casa; una película en familia con la botana favorita para comer y saborear; y quizá, antes de dormir, un cuento nuevo y divertido, o el mismo de siempre con nuevas voces y mucha emoción.
En este país no estamos en guerra, pero estamos en pandemia. Estoy segura que podemos honrar a niños y niñas de la familia humana con acciones sencillas desde nuestro hogar, haciendo sentir a los pequeños en casa que son más que afortunados por el amor incondicional que ustedes les brindan. ¡Les deseo una gran celebración!