Dengue, otro enemigo
Estos últimos meses, a causa de la covid-19, hemos aprendido cómo la prevención es un elemento clave para el control de las enfermedades virales. También se ha puesto en evidencia que aquellos países donde se tomaron medidas serias contra el virus, sufrieron menores consecuencias en contagios y muertes asociadas a este coronavirus.
Para el caso del dengue, que se trata de una enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito (Aedes aegypti), la prevención empieza precisamente por combatir la reproducción de este vector. Nuestro país reúne las condiciones de clima y humedad necesarias para que este mosco se reproduzca.
El mosco tiene muchos elementos, como las temperaturas y la humedad, que son condiciones óptimas para su existencia. Sin embargo, los habitantes tenemos que tomar medidas serias, casa por casa, patio por patio, para eliminar la existencia de cacharros que puedan generar acumulación de agua, necesaria para la reproducción del mosquito. En Sinaloa, año con año, el dengue representa una de las enfermedades que a más personas afectan y que tienen el potencial de convertirse en epidemias. Normalmente se han concentrado en municipios costeros, como Escuinapa, Mazatlán y Navolato, pero todo el estado reúne las condiciones climáticas para que el mosquito prospere, haciendo a sus habitantes más vulnerables a contagiarse del dengue. El Gobierno tiene la responsabilidad de combatir el dengue, pero los ciudadanos también deben sumarse a las labores preventivas. Tan sencillo como eliminar agua estancada en piletas, floreros, llantas o cualquier espacio donde se acumule agua. Tinacos o cisternas deben estar bien sellados. No hay una protección cien por ciento eficiente, pero todo suma y, entre más personas trabajen en prevención, menos espacios hallará el mosco para reproducirse.