FUERTE GOLPE PARA SINALOA EL EMBARGO DE EEUU A CAMARÓN
José Luis Carrillo Galaz, presidente nacional de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, destacó que la medida pone frente a la pared al país y a sus principales productores
El camarón mexicano de altamar capturado con redes de arrastre ya no podrá ser exportado a Estados Unidos. Lo que tanto temían pescadores mexicanos fue finalmente confirmado por autoridades de ese país, quienes argumentaron que México no cumple con el requisito del uso de Dispositivos Excluidores de Tortuga (DET) durante el proceso de pesca del crustáceo. Líderes del sector pesquero a nivel nacional y local opinaron sobre los impactos de este embargo camaronero. Si bien, José Luis Carrillo Galaz, presidente nacional de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, destacó para EL DEBATE que la medida pone frente a la pared al país y en particular a grandes estados productores, como Sinaloa y Sonora, añadió que hay tiempo para recuperar la certificación y exportar los productos antes del inicio de la próxima temporada, en septiembre. Por su parte, el presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Altamar del Puerto de Topolobampo, Carlos Sotelo Monge, indicó que con esta suspensión se enfrentarán pérdidas en cadena relacionadas con el empleo, la comercialización, la producción de alimentos, divisas, entre otras. Las exportaciones totales anuales de camarón a Estados Unidos tienen un valor estimado de 300 millones de dólares, aunque, para los líderes del sector entrevistados, las pérdidas son incalculables.
Pérdidas
José Luis Carrillo Galaz, presidente nacional de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, destacó en entrevista para EL DEBATE que, si hacen un análisis y suman al embargo los efectos de la pandemia y la producción de camarón, que en 2020 fue 30 por ciento más baja, se complica la situación y el golpe es muy fuerte para el sector.
Carrillo Galaz enfatizó que todo el país se ve afectado, ya que el camarón es uno de los principales productos de pescadería en México, pero particularmente reconoció que la afectación impacta fuertemente a Sinaloa y Sonora, a quienes señaló como grandes productores del crustáceo.
“El impacto es muy fuerte. Esperemos que el Gobierno mexicano realice las acciones correspondientes con respecto a la certificación y volver a tenerla, pero las pérdidas económicas serían incalculables”, advirtió.
José Luis Carrillo Galaz, presidente nacional de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, enfatizó en algunas esperanzas. Para EL DEBATE comentó que el inicio de temporada de camarón es en septiembre, por lo que consideró que este tiempo les daría oportunidad de avanzar con respecto a la capacitación de los pescadores en la utilización de los excluidores de tortuga, así como de volver a llenar los formatos que exige la certificación para poder adquirirla antes de inicio de temporada.
“Creo que el Gobierno mexicano, en coordinación con el Instituto de Investigación, en este caso, deberán empezar a cumplir los requisitos que exige el protocolo de investigación”, expuso.
¿Adónde va el camarón?
Al ser cuestionado sobre qué pasará ahora con el producto, Carrillo Galaz explicó que no solamente se trata del camarón que se va a pescar, sino que hay inventarios de camarón que se pescó la temporada pasada y que muchos compradores los adquieren para vender en la época de veda.
“Hay un stock y hay que sumarle la producción que viene. El mercado nacional es la alternativa, pero el mercado nacional de consumo de camarón no es suficiente, se tendrían que buscar otros mercados, como el mercado asiático o el mercado europeo”, ejemplificó.
No obstante, advirtió que estos últimos son mercados con demasiadas exigencias desde el punto de vista sanitario y se tendría que trabajar muy fuerte buscando certificaciones sanitarias para poder ingresar a ellos. “La alternativa de mercado nacional es una, pero no se come todo el camarón que se produce en México”, explicó.
Comercializadoras de Estados Unidos
Por su parte, el presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Altamar del Puerto de Topolobampo, Carlos Sotelo Monge, coincidió al destacar que las pérdidas en general son incalculables. Detalló, en ese sentido, que esta medida impacta la producción de alimentos, los empleos que de alguna manera se verían trastocados y las divisas. “Si nos ubicamos en los general, no es nada más los recursos que genera en el sector, sino la cadena que lleva hacia adelante en la industria alimenticia”, explicó.
Carlos Sotelo Monge, que por más de 40 años ha trabajado en la industria pesquera y es líder en el sector, apuntó que con esta medida no solo pierden los productores mexicanos, sino también sus socios comerciales: las comercializadoras de Estados Unidos. “De alguna manera, estarían en una situación también que se les vendrían algunas dificultades, porque ellos, dentro de la industria alimentaria y de supermercados en Estados Unidos, también tienen unos contratos basados en el camarón salvaje mexicano, que es uno de los que afortunadamente tienen un nivel de primerísima calidad y de primerísima preferencia”, explicó.
Si bien, dijo que algunos comentarios apuntan a que los armadores, los pescadores de barco y los pescadores de altamar tuvieron la culpa de la suspensión de la certificación, negó, desde su punto de vista, que esto haya sido así. En entrevista para EL DEBATE, Sotelo Monge comentó que en los últimos dos años no hubo programa de capacitación
Hay un `stock' y hay que sumarle la producción que viene. El mercado nacional es la alternativa, pero el mercado nacional de consumo de camarón no es suficiente, se tendría que buscar otros mercados, como el mercado asiático o el mercado europeo”
José Luis Carrillo Galaz Conmecoop