SIN EVALUACIÓN, PELIGRA LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
Colectivos y activistas de todo México se unen para hacer una advertencia y comunicado al Gobierno de México para que se respete y se implementen las evaluaciones PISA a la educación básica
«Es un retroceso en el derecho al acceso a la educación de calidad, pero también un retroceso de la transparencia y el combate a la corrupción” Prisila Salas Activista
El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lleva realizándose más de dos décadas en México y en países miembros, y ha contribuido a evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber, sin embargo, el día 3 de mayo del 2021 se anunciaba la posible retirada de este programa evaluativo en México, ante lo cual, integrantes de colectivos identificados y comprometidos con la defensa y promoción de niñas, niños y adolescentes, entre ellos el colectivo No se Metan con Nuestras Hijas, que fungió como portavoz en Sinaloa, se posicionaron en contra abogando por una educación de calidad.
No evaluarse es retroceder
En el ámbito local, las evaluaciones internacionales son clave para diagnosticar lo que ocurre en las áreas educativas básicas, algo importante para luego ajustar y corregir ausencias y omisiones en la acción educativa, rediseñar prácticas, focalizar poblaciones, reasignar presupuestos y, en lo general, superar la inequidad y la exclusión mediante intervenciones adecuadas y oportunas. Lo anterior debe ser cumplido a cabalidad. Esta obligación recae en el Gobierno, “y si el Gobierno de México se niega a implementar este tipo de evaluaciones o quiere salirse de las evaluaciones que son aceptadas mundialmente para evaluar la educación, pues estamos ante un retroceso muy grande”, destacó Prisila Salas, del colectivo No se Metan con Nuestras Hijas.
La educación como derecho
Bajo la premisa de que la educación es un bien público y un derecho humano que debe ser resguardado por las autoridades estatales y federales, los ciudadanos hacen uso de su libertad de expresión para pedir cuentas a la Secretaría de Educación Pública y proponen que se colabore en la promoción y defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Priscila Salas comentó que la preocupación subyace en que “el derecho a la educación, que debe ser medido de manera adecuada, debe de haber instrumentos adecuados, con los cuales se indique y se pueda notar cuál es la calidad de educación que está ofreciendo el Gobierno de México”, dijo Prisila. En ese sentido, en el llamado los colectivos destacan que el artículo tercero constitucional exige una educación de excelencia, con mejoramiento integral constante que promueva el aprendizaje, el pensamiento crítico y la creación de lazos fuertes entre escuela y comunidad, siendo la medición confiable y constante una forma de que se logre a corto, mediano y largo plazo dicho objetivo.
Derecho a la información
Además, la evaluación durante los siguientes años permitiría dar seguimiento al lapso de la educación durante la pandemia, cuyas consecuencias desembocaron en el cierre de planteles ya durante más de un año, lo que afectó las formas de enseñanza y aprendizaje, y la oportunidad de acercar las brechas educativas en México. “El Gobierno debería confrontar y aceptar las malas consecuencias de las malas decisiones realizadas durante la pandemia, en la impartición de las clases, en la educación pública (...). No podemos simplemente decir que no queremos que se nos evalúen, y ya” comentó Salas, ya que considera que estas decisiones son un retroceso en el derecho humano a la educación de calidad, pero también es un retroceso en los ideales de transparencia y el combate a la corrupción, ya que asegura que con esas medidas el estado estaría ocultando datos a los ciudadanos. Por su parte, los colectivos creen que “la restitución efectiva del derecho a la educación de niñas, niños y jóvenes en México en los esfuerzos pospandemia exige que tengamos un diagnóstico sólido”, que además permita la comparación y retroalimentación con otros países de contextos similares.