A un mes de la elección, los rebeldes de Morena se alinean
La cicatriz resultó queloide; y su operación, de alto grado de dificultad, pero el resultado ya da visos de éxito: los liderazgos morenistas más reacios a la unión electoral de su partido con el PAS mandan señales de reconciliación. Ayer tocó el turno a dos de los más significativos: Graciela Domínguez Nava y Pedro Villegas Lobo.
Lo que parecía inimaginable, sucedió: ver sentados juntos, en la primera fila del acto donde Rubén Rocha Moya presentó sus propuestas de Gobierno, a Héctor Melesio Cuen, Graciela Domínguez, Imelda Castro y Pedro Lobo.
Rocha “se sacó la espina” de su ausencia en el debate ciudadano del martes convocado por la Coparmex (fue el único de los ocho candidatos que declinó la invitación), con la conferencia en que expuso los cinco ejes que darán forma al Plan Estatal de Desarrollo del Gobierno que busca encabezar: crecimiento y desarrollo económicos incluyentes, construir un estado de bienestar, servicios públicos e infraestructura con sentido social, combatir la inseguridad atendiendo las causas que originan la violencia, y Gobierno austero y de combate frontal a la corrupción e impunidad. El ablandamiento en la postura de quien continúa de facto con el control del Congreso del Estado, Graciela Domínguez, resulta vital para Rocha, pues además es la figura femenina más relevante de su grupo original. Lo de Lobo reviste importancia estratégica por su dominio de la militancia en Culiacán. Ambos han hecho labores de campaña, pero se habían negado sistemáticamente a participar en un acto con Cuen, es decir, en todos los de Rocha, quien siempre reserva un sitio de honor para el líder del PAS, y esta no fue la excepción: al inicio del acto lo acompañó en el presídium.
Imelda, que encabezó las primeras manifestaciones de rechazo a la unión Morena-PAS, cambió rápidamente su postura, lo mismo que los otros grandes insumisos del principio: Luis Guillermo Benítez, Yadira Marcos, Merary Villegas y Victoria Sánchez. En el norte, Lucio Tarín ya envió esta semana sus primeros atisbos de aceptación del proyecto incluyente de Rocha. Justo a tiempo: falta un mes, exactamente, para los comicios. Tan complicada misión no habría sido posible sin la hábil mano de Feliciano Castro Meléndrez, candidato a diputado local por el distrito 13 en Culiacán y maestro en materia de acuerdos y conciliación. Enhorabuena.
LOS QUE SON. Ocho candidaturas a gobernar el estado son demasiadas, sobre todo cuando, la verdad sea dicha, el 50 por ciento son meramente testimoniales. Bienvenida la inclusión, la participación de las minorías y que, por primera vez, tres de las candidatas sean mujeres.
Imposible, sin embargo, resulta un debate, en su real acepción, entre ocho personas; la igualdad de tiempo y circunstancias que es condición sine qua non de este modelo de comparecencia hace que, al final, se diluya toda posibilidad de lograr el cometido: debatir. Celebramos, por ello, el formato del encuentro que organizará EL DEBATE entre quienes abanderan las cuatro principales opciones para la sucesión: Mario Zamora (PRI-PAN-PRD), Rosa Elena Millán (Fuerza por México), Rubén Rocha (Morena-PAS) y Sergio Torres (Movimiento Ciudadano).
Los cuatro han confirmado su participación en este conversatorio de ideas y propuestas a realizarse el martes 11 de mayo a las 11:00 horas en nuestro edificio sede en Culiacán. Sin público presente, pero a transmitirse en vivo por nuestras plataformas. YouTube: ElDebateNoticias, Twitter: @ELDEBATE, Facebook: /PeriodicoElDebate y el sitio www.debate.com.mx. Todos estamos invitados a participar, pues el programa incluye preguntas del público. ¡Esto sí que promete, amigas y amigos!