Labastida y Vizcarra: se mueve el tablero de Mario Zamora
Hoy, en Culiacán, algunas de las personas más cercanas a Jesús Vizcarra Calderón ofrecen una cena en honor de Mario Zamora y su esposa, Wendy Ibarra.
Entre los organizadores figuran Érika Vizcarra, hermana del empresario, y su esposo, Juan Carlos Serrano, compadres de Mario y Wendy. La reunión se celebra en la casa de Fernando Morales, amigo y estrecho colaborador del dueño de SuKarne.
La noche del martes, Mario Zamora subió a sus redes sociales un par de fotografías del encuentro que minutos antes sostuvieron él y Wendy con Jesús Vizcarra. Tuvo lugar en un hotel de Monterrey, donde se hospeda el exalcalde para estar al pendiente de su esposa, internada en un hospital de aquella ciudad. La señora Alma Avendaño, altamente estimada por su labor humanitaria, libra una batalla contra el SARS-CoV-2, lo cual es ya del dominio público, dada la cantidad de misas y cadenas de oración que se llevan a cabo para pedir por su pronta recuperación.
Unidos a esas plegarias, Mario y Wendy visitaron a Jesús Vizcarra para expresarle su respaldo. Un auténtico lazo de amistad, más allá de lo político, une a ambos matrimonios. En este encuentro de amigos, sin embargo, hablar de política debió ser ineludible. El mensaje que subió Zamora dice a la letra:
“Hoy, junto a Wendy, estuvimos con nuestro amigo Jesús Vizcarra para desearle la pronta recuperación de Alma, su esposa, a quien también estimamos mucho. Gracias, Chuy, por tu apoyo y consejo. De esto, saldremos juntos y fortalecidos”.
EL FACTOR FLO. Que una de las voces más críticas al interior del PRI, como es la de Francisco Labastida Ochoa, descarte otro “morenazo” en los comicios de este año y califique a Mario Zamora como “carta fuerte para triunfar”, eleva poderosamente los ánimos de la militancia tricolor. Quien lo diría: el jefe del grupo político sinaloense con mejores posiciones en el Gobierno de AMLO (Esteban Moctezuma y Marcos Bucio, dos ejemplos) es quien hoy emite un vigoroso mensaje de aliento al priismo estatal, en el instante que más lo necesita.
Directo como suele ser, Labastida formuló su postura sobre los contendientes al Gobierno del Estado: lapidario, descalificó el acuerdo electoral Morena-PAS y a su candidato común. De igual modo, criticó al presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, cuya dirigencia, dijo, no está a la altura de las circunstancias.
Generoso, en cambio, fue con Quirino Ordaz y Mario Zamora: “Tenemos un buen gobernador y tendríamos otro excelente con Mario”, declaró en Mazatlán, tras recorrer la Isla de la Piedra para conocer el proyecto turístico de un grupo de empresarios.
Labastida es una de las escasas figuras “senior” del priismo nacional que se atreven a señalar públicamente los errores de su partido. Su voz pesa, y muestra de ello fue el rompimiento de la alianza que en 2011 pretendía firmar el PRI con el anterior partido de Elba Esther Gordillo, Nueva Alianza, para la candidatura presidencial de Peña Nieto. El acuerdo se canceló tras el ruido que generó la desaprobación de Labastida.
Hoy FLO reconoce que, si bien PAN, PRI y PRD tienen distintas ideologías, “supieron escoger a un buen candidato”. Exaltó la honestidad de Mario Zamora y respaldó a los candidatos a alcaldes y diputados del PRI en Sinaloa.
Zamora ha sostenido diversas reuniones con Labastida y con los también exgobernadores Juan S. Millán y Jesús Aguilar.
COROLARIO. Si tras el alud de cambios en el gabinete estatal y en las candidaturas del PRI se ceden posiciones a los grupos de Vizcarra, Aguilar y Labastida, será buena señal de que los movimientos estratégicos de Quirino Ordaz y Mario Zamora rinden frutos. Ya se verá.