El Debate de Los Mochis

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

- Catón armandocat­on@gmail.com afacaton@yahoo.com.mx

"Tu novio y tú ¿tienen malas tentacione­s?". Esa pregunta le hizo en el confesonar­io el padre Arsilio a su pizpireta feligresa Dulcibel. "Sí, señor cura -respondió la muchacha-. Pero caemos en ellas y se nos pasan, al menos por esa noche". En presencia de su mamá Pepito se disponía a recitar sus oraciones al pie de la cama. La señora le indicó, severa: "Dile a Diosito que hoy te portase muy mal". "Ay, mami -replicó el chiquillo-. Con esto de la pandemia, de la crisis económica, de todos los problemas que hay en el mundo ¿tú crees que Diosito va a estar interesado en saber si me porté bien o mal?". Al mes del matrimonio el recién casado le hizo una extraña petición a su flamante mujercita: "Dime los nombres de todos los hombres con quienes has tenido trato, por orden cronológic­o". "Déjame ver -ponderó ella-. Ricardo, Adolfo, José Antonio, Carlos, tú, Javier, Bernardo, Luis Manuel". Cero carreras, cero hits, cero errores. Así podría hacerse la síntesis, en términos beisbolero­s, de la reunión virtual entre López Obrador y Biden. Ni chicha ni limonada fue ese encuentro. Pura agua de borrajas. Buenas maneras, sí, y sonrisas. Todo forma, pero nada firme. Cumplimien­to: cumplo y miento. Permítanme mis cuatro lectores una digresión. En el rancho del Potrero las tortillas de harina -harina de trigo- son más apreciadas que las de maíz, con todo y que el maíz llamado potrereño tiene fama en la comarca. Una mañana cierto compadre de don Abundio lo invitó a almorzar. La comadre observó, inquieta, que el invitado echaba mano a la canasta y sacaba sólo tortillas de harina. Le indicó, amoscada: "Abajo están las de maíz, compadre". Respondió don

Abundio: "Pa'llá voy". En el set o escenario de su entrevista con el presidente norteameri­cano, López Obrador hizo poner una pequeña imagen de Francisco Villa. Eso es indicativo de una actitud elementalm­ente pugnaz, y desde luego inútil, por parte de AMLO. En el país vecino sigue vigente la actitud instaurada hace 120 años justos -o injustos- por Theodore Roosevelt, la llamada política del gran garrote. Speak softly and carry a big stick. Habla con suavidad y lleva contigo un garrote grande. Según está actuando López Obrador no es remota la posibilida­d de que en los dos países a las buenas maneras sigan los malos modos, y que aquello que en el encuentro fue terso después se vuela tenso. Esto no es hacer una profecía: es simplement­e observar la realidad. Pa'llá vamos. Candidito, joven inexperto, fue con la linda Rosiflor al solitario paraje llamado el Ensalivade­ro, lugar propicio a besos, caricias encendidas y demás. Le dijo ella: "Estoy excitada". Profirió jubiloso Candidito: "¡Felicidade­s por tu éxito!". Un tipo le comentó a su vecino: "Mi mujer contrajo una rara forma de sordera que se adquiere por contagio venéreo". El vecino se llevó la mano a la oreja y preguntó: "¿Cómo dijo?". Éstas eran dos hermanas solteronas. Hablo del tiempo en que aún se empleaba esa fea palabra: solterona. Ahora tal término despectivo está en desuso, pues ya no es obligado que una mujer se case para realizarse plenamente. Su independen­cia del varón ha ido creciendo, tanto para bien de ella como del varón mismo y de la sociedad en general. Pero advierto que me estoy apartando del relato. Vuelvo a él. Aquellas dos hermanas solteras tenían una gatita a la cual cuidaban con esmero. Nunca la dejaban salir de la casa, no fuera a suceder que algún avieso gato se aprovechar­a de ella. Aconteció que una de las hermanas se casó y se fue de luna de miel. A los pocos días la soltera que quedó en la casa recibió un telegrama urgente de su hermana: "¡Deja salir a la gatita!". FIN.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico