DE VUELTA A LA NATURALEZA
Los desplazados de la vida silvestre
Muchísimas gente alrededor del mundo pierde su hogar por situaciones de violencia, por conflictos políticos y familiares, por un siniestro natural, por el crecimiento de las urbes o simplemente porque el aspecto de su casa desentona en el nuevo desarrollo urbano. Lamentablemente eso le pasa diariamente a millones de personas, pero también a millones de animales.
La diferencia es que las muchas repercusiones negativas de las migraciones forzadas de los animales silvestres nunca son denunciadas, a estas acciones de desplazamiento forzado casi nadie les da importancia.
Pareciera que en la actualidad hay muchos activistas o animalistas, pero la verdad es que la mayoría de ellos solo se dedican a rescatar perros y gatos y algunos pretenden “ayudar” a los animales de los zoológicos con críticas sin sustento y falsas acusaciones emitidas desde sus computadoras.
Poco son lo que toman en cuenta que la vida en el mundo no es solo la de los humanos. Es tan grave esta inconsciencia y este egoísmo que el antropocentrismo es una de las principales causas de las migraciones forzadas que sufren los animales. En África las manadas de leones han sido desplazadas y comprimidas. De manera constante hay batallas brutales entre manadas enteras por el territorio, y es que los seres humanos les han arrebatado gran parte de lo que era su hogar.
En el caso de las aves grandes que vivían en hábitats con muy poca o nada de presencia humana, son las especies más afectadas por el desarrollo urbano, pues es muy baja su capacidad de adaptación. La mancha urbana ha reducido su espacio con grandes construcciones y provoca mucho ruido por el tráfico, la industria y los aviones.
El ruido ha provocado que varias especies de aves que se comunican por el canto tengan muchos problemas por las alteraciones en el silbido para establecer relaciones con sus similares. Este tipo de “contaminación acústica” es muy grave para cientos de especies y poco o nada se está haciendo al respecto.
Según el último informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes), elaborado por más de 500 investigadores de más de 100 países, señala que se está produciendo una pérdida de biodiversidad en todo el planeta.
El documento refleja la reducción de poblaciones de decenas de aves, especialmente en el oeste de Europa, donde la abundancia de estas especies se ha reducido hasta en un 57 por ciento en los últimos 30 años.
Según el informe, hay 34 zonas de gran diversidad biológica en todo el mundo que se reconocen por sus ecosistemas integrales que albergan especialmente especies amenazadas. Bien, pues resulta que alrededor del 90 por ciento de los conflictos armados más importantes entre 1950 y 2000 se produjeron justo en países que se encuentran estas zonas de gran diversidad biológica.
Y ¿qué pasa cuándo las poblaciones humanas son desplazadas? Pues ocupan áreas que antes no eran de uso humano, y la mayoría de las veces invaden severamente los hábitats de los animales salvajes, dificultándoles o impidiéndoles que puedan cazar, pastar ni trasladarse libremente para reproducirse.