¿Habrá otro tsunami electoral?
«La verdadera competencia será entre quienes aún respaldan el proyecto de la 4T y quienes están en contra de que se continúe destruyendo al país»
La esperanza que tienen unos, y el temor que tienen otros, es que en este 2021 ocurra un comportamiento similar a lo que sucedió en 2018. Sin embargo, ningún proceso electoral es igual a otro. Cada uno tiene sus propias circunstancias. Aún así, hay quienes confían en que se repetirá el fuerte apoyo popular hacia los candidatos de la 4T. Pero la historia nunca se duplica.
Pese a ello, siempre existen elementos comunes que influyen sobre el comportamiento del electorado. Por ejemplo, hoy, como ayer, ya se incubó un fuerte hartazgo social hacia el partido en el poder. Hoy, como ayer, la ciudadanía se encuentra irritada y molesta ante la falta de resultados del Gobierno. Hoy, como ayer, se ha perdido la confianza en los políticos y también la esperanza en las instituciones.
Razones hay muchas. Todo en el país va muy mal. Existe un verdadero desastre en prácticamente todos los frentes: la pandemia de salud sigue fuera de control, la economía se deteriora aceleradamente, la inseguridad pública sigue en aumento y múltiples medidas gubernamentales están afectando negativamente a sectores productivos y grupos sociales.
La irritación ciudadana está plenamente justificada y tiende a empeorar. Aunado a ello, en Sinaloa también existen otros factores que generan desaliento. Los alcaldes de la 4T han tenido un desempeño decepcionante. No lograron atinar qué hacer, ni cómo ejercer el Gobierno en los municipios, pero sus escándalos mediáticos sí son constantes.
Tenemos, entonces, que difícilmente podrá repetirse un tsunami similar al ocurrido en 2018, y que tanto benefició a Morena. Al contrario, lo que ahora puede ocurrir es una especie de tsunami inverso. Es decir, que se lleve a cabo una rebelión electoral en contra de la 4T, en castigo a su escasa capacidad de Gobierno y por el desastre en que tiene sumido a México.
Desafortunadamente, los partidos opositores aún no han logrado construir una alternativa política. Presionados por grupos sociales, tuvieron que formar una coalición electoral para tratar de desplazar a Morena. Sin embargo, dicha coalición aún no se muestra suficientemente sólida. Todavía no convence y no ha sembrado la percepción de triunfo que se requiere.
Pese ello, la competitividad electoral del 2021 no será entre partidos, alianzas o coaliciones. La verdadera competencia será entre quienes aún respaldan el proyecto de la 4T, y quienes están en contra de que se continúe destruyendo al país. El voto depositado en las urnas será un voto a favor o un voto en contra de Morena. No habrá más opción.
Las siglas partidistas y los candidatos poco importan. La polarización electoral será el fenómeno que caracterizará al proceso del 2021. Aquellos partidos que no se sumen a una u otra opción serán olvidados por los votantes. La ciudadanía exige un cambio profundo en la forma de gobernar y quiere candidatos no solo se ocupen en tratar de ganar la elección.