Feminismo en Sinaloa, en vías de reeducar a los hombres
Las mujeres ocupan la atención central en la agenda pública y así será en los días venideros. No basta. Largo es el camino hacia el fin último del #8M: un cambio de esquema en nuestra forma de ver y tratar a las mujeres, cuyo inicio es el respeto absoluto, sin simulación ni medias tintas. Nuestro andar es lento, pero ya alcanza a ser visible. Al menos ayer en Sinaloa fueron menos los hombres que salieron en las redes a “felicitar” a las mujeres en su día, que no es de festejo, sino de conmemoración y de reclamo legítimo de sus derechos.
Los colectivos feministas cumplen su misión con creces. Ayer en Culiacán, sin protagonismos, se manifestaron frente a la Fiscalía y en Catedral en protesta por la impunidad que multiplica los feminicidios y otras formas de violencia hacia las mujeres.
TRÉBOLES MORENISTAS. La primera militante feminista que ocupó la dirección del Instituto Sinaloense de las Mujeres fue Elizabeth Ávila Carrancio, de 2011 a 2016. La segunda es la actual, Laura González Bon.
Las otras directoras de este organismo han desarrollado dignas tareas en pro de la mujer, pero no forman parte del movimiento más representativo de las luchas por la igualdad de género, que es el feminismo. Si tomamos en cuenta que el Ismujeres depende de la Secretaría General de Gobierno en la administración estatal, es justo reconocer la voluntad política de quien entonces era su titular, Gerardo Vargas Landeros, para llevar a una representante tan notable de la causa feminista como es Ávila (hoy senadora suplente de Imelda Castro) al instituto dedicado a velar por los derechos de las mujeres. Lo mismo ocurrió en el órgano contra la violencia intrafamiliar, Cepavi, que en ese periodo de gobierno encabezó Conzuelo Gutiérrez, integrante del Colectivo de Mujeres Activas Sinaloenses.
El respaldo de Gerardo Vargas a las mujeres se ha manifestado en hechos concretos. No sorprende que mujeres militantes de la base de Morena en Culiacán hayan arropado ayer a GVL en su aspiración a la presidencia municipal.
En la fecha más significativa para ellas, el Día Internacional de la Mujer, lideresas morenistas de colonias como Las Cucas, Barrancos, Infonavit Humaya, Los Mezcales, Las Coloradas, Bellavista, La Higuerita y Los Ángeles, entre otras, se reunieron en un desayuno donde el invitado especial fue Vargas Landeros; un grupo nutrido, organizado por morenistas de cepa como Elizabeth Rentería, Magdalena Angulo y Guadalupe Esquerra de Mujeres Transformando Sinaloa, promotoras de la 4T y de las Casas de la Esperanza.
La señal de apoyo a Gerardo que envían estas mujeres cobra relevancia en el momento crítico que atraviesa Morena respecto a su relación con el feminismo, desde las vallas en Palacio Nacional hasta la candidatura de Félix Salgado Macedonio, pasando por lo que sucede en Sinaloa con Jesús Estrada Ferreiro, Guillermo “Químico” Benítez y Guillermo Chapman, demandados por violencia política de género.
EL 7 DE LA SUERTE. El nombre de Óscar Valdez
López suena, cada día con mayor insistencia, como el candidato natural del PRI a la diputación federal por el séptimo distrito. “Ya le toca”, dicen (ha sido ya regidor y diputado local) y sus méritos no están en duda, pero aquí se trata, más bien, de rentabilidad electoral, que es lo que Óscar posee a niveles que pocos pueden ostentar entre sus compañeros de partido.
Valdez López es uno de los cuadros priistas con mayor reconocimiento entre el electorado de Culiacán y maneja a la perfección la estructura actual, puesto que contribuyó a crearla. Si existe un militante del tricolor capaz de ganar el distrito 7, es Óscar Valdez.