Labastida defiende venta de Siglo XXI
Jaime Labastida responde a inconformes y defiende su decisión de vender sus acciones de Siglo XXI a una firma sin experiencia editorial
Ante el descontento y reclamo de un grupo de accionistas y personas cercanas a Siglo XXI Editores, el poeta Jaime Labastida defiende en entrevista su decisión de haber vendido sus acciones del sello, que representan el 58.7 por ciento.
Esto al considerar que no hay nada indebido ni ilegal en la transacción que ha llevado a cabo con la empresa Merkcent Consulting and Funding, S. A. de C. V., un grupo de Chihuahua dedicado a la capacitación de personal y la gestión empresarial, jurídica y financiera, pero sin experiencia alguna en el ramo.
Términos de la venta “La situación es muy sencilla: tengo 30 años, un poco más, al frente de Siglo XXI; más de 60 años de trabajo ininterrumpido; estoy a punto de cumplir 82 años y pensé en la posibilidad de retirarme. No creo que esto tenga nada incorrecto ni indebido ni deshonesto.
“Y para retirarme, pongo a disposición de quien quiera adquirir las acciones de que dispongo. Esos son los hechos crudos y desnudos”, explica
Labastida a Reforma.
A decir suyo, fue a través de un amigo común, a quien había comentado su deseo de retirarse -igual que había hecho desde hace año y medio con el Consejo de Administración del sello-, como el grupo de inversionistas se acercó a él y le hizo la propuesta.
¿Por qué vender sus acciones a un grupo sin experiencia en el ramo editorial?
“Hemos tenido muchas conversaciones miembros del Consejo de Administración y yo mismo con este grupo de inversionistas, y nos han expresado su deseo de diversificar sus inversiones. Están dedicados a sistemas de transporte y cosas por el estilo, y tienen mucho interés en los libros y admiran y respetan el trabajo de la editorial. Nos han dicho: ‘No estamos dedicados a la labor editorial, pero nos gusta mucho Siglo XXI, lo respetamos, y queremos, con toda humildad -dijeron así-, aprender de ustedes’”.
En un desplegado público titulado “Siglo XXI Editores: Respuesta al atropello”, que suscribieran figuras como Elena Poniatowska, Pablo González Casanova, Manuel Peimbert, Tatiana Coll, Néstor García Canclini y Liliana Weinberg, entre muchos otros, se condena el “negocio montado” por Labastida para vender sus acciones en 7 millones de dólares.
Cantidad que no es la real, replica el poeta sin detallar la verdadera, asegurando además que el trato que ha llevado a cabo no representa el fin de la editorial, sino una nueva etapa, con gente dispuesta a inyectarle recursos tanto en México como a sus filiales de Argentina y España.